Caso Faisán

Un «Faisán» que cojea por Cristian MATÍAS

La Razón
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Entre las principales reivindicaciones de las víctimas del terrorismo siempre han estado la memoria, la verdad y la justicia. El «caso Faisán» cojea principalmente de las dos últimas:
VERDAD, porque todo apunta a que el presunto chivatazo formaba parte del proceso de una negociación con ETA y es importante en este sentido saber quién dio la orden. Durante este tiempo se ha llegado a saber que se produjeron llamadas entre policías, el Ministerio del Interior y uno de los máximos responsables de la red de extorsión etarra, pero lo que de verdad importa es saber quien ordenó realizar esas llamadas que permitieron poder huir a los etarras y fracasar la operación policial.
Cinco años de especulaciones, preguntas sin respuesta, un vídeo con cortes y negación absoluta por parte del Gobierno de participación en esta historia en la que seguimos esperando saber la verdad.
JUSTICIA, porque todo apunta a que se trata de un delito de colaboración con ETA y por lo tanto sus responsables deberían de ser juzgados en la Audiencia Nacional. Si el «Faisán» vuela a Irún, mucho nos tememos que no se llegará a tratar el caso con la debida importancia e interés y por lo tanto las consecuencias que esta historia puede acarrear ante la opinión pública no serían las mismas. Para las víctimas del terrorismo, en nuestro afán por saber la verdad, resulta importante saber si hubo una nueva traición a nuestros familiares en una oscura historia que tuvo como principal escenario el proceso de negociación con los terroristas.
No quiero pensar que dilatar más este caso en el tiempo, tirando por la borda seis años de trabajo, tenga detrás motivos electoralistas para no ver a altos cargos de Interior sentados en el banquillo. Espero que se esclarezca la verdad, toda, y al final no se archive o terminen pagando el pato, o mejor dicho, el faisán, unos policías mientras los que mandaban en Interior se van de rositas.


Cristian Matías (Covite)