Vuitton compra Bulgari para crear el mayor imperio del lujo

Con esta estratégica operación, firmada amistosamente este fin de semana, el grupo francés refuerza esta división, que cuenta con marcas como Tag Heuer o Chaumet, con una facturación actual de unos mil millones de euros, y que con la incorporación de Bulgari podría doblarse. Su objetivo es posicionarse entre los líderes mundiales del sector.

Sin embargo, para hacerse con esta codiciada joya, LVMH ha tenido que pagar un alto precio. Para convencer a los herederos del fundador de Bulgari, muy apegados a su independencia, además de un generoso cheque, Arnault les ha ofrecido un intercambio de acciones –una práctica inédita en la historia del gigante del lujo– que les convierte en propietarios del 3,5 % del capital del emporio galo. El acuerdo implica también la entrada en el consejo de administración de la familia Bulgari, que ocupará dos asientos, además de la cesión de un puesto de responsabilidad al actual administrador delegado de la firma italiana, Francesco Trapani, sobrino de dos de los herederos, Paola y Nicola Bulgari, que asumirá la dirección de toda la división de joyería y relojería en el seno de LVMH.

«Es una oportunidad que no podíamos dejar pasar», aseguraba ayer Bernard Arnault al diario francés «Le Figaro», consciente de que la compra de Bulgari, ansiada por sus rivales PPR y Richemont (dueño de Cartier), «es quizá la última posibilidad de realizar la adquisición de una marca que está en la cumbre».

Ayer, tras conocerse la operación, las acciones de Bulgari se dispararon un 60 por ciento en la Bolsa de Milán.