Literatura

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Poco lío

La Razón
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No es para tanto. Los movimientos de puestos en la Generalitat han sido mínimos. La secretaria autonómica de Administración Pública, Ana Brusola, cesó por la incompatibilidad con su conseller, José Manuel Vela, quien vio una ocasión idónea al enterarse de que el director de la Ciudad de las Artes y las Ciencias, Pedro García Ribot, iba a ser sustituido en el cargo por Henar Molinero que, por condescendencia del Molt Honorable, eligió la jefatura de CAC. Al parecer, el nombramiento de quien fue persona de confianza del ex-presidente Francisco Camps está al caer y, quizás, no será el único en un plazo más bien corto.
A lo que iba. Brusola se va con apariencia de dimisión e Isabel Villalonga, por más dudas que se trasladen a los medios, se queda. Las marchas voluntarias escasean y no pasan de ser demasiadas veces palabras, palabras, palabras.
Eso sí, algunos dan la impresión de haberse quedado defraudados por las mínimas repercusiones derivadas del traspaso de la Presidencia de la Generalitat. Tanto, que pretenden elevarlas a la categoría de convulsión. Sin embargo, como suele suceder en la vida ordinaria, las cosas son menos complicadas de lo que las quieren presentar los analistas, asesores y demás consejeros que justifican su quehacer en enredar la realidad. Así es la vida.