Castilla y León

Cáritas pasa a atender a más del doble de necesitados en menos de cuatro años

Fernando Carrasco advierte de que los recortes van a generar más angustia y necesidad

Fernando Carrasco, presidente de Cáritas en Castilla y León
Fernando Carrasco, presidente de Cáritas en Castilla y Leónlarazon

Ávila- Los últimos datos del Observatorio de Cáritas en España revelan un preocupante aumento de la pobreza en nuestro país, que ha ido poco a poco creciendo desde que en 2008 empezara oficialmente la crisis. Pero lo peor es que se trata de una situación que, lejos de corregirse, va a más y se está cronificando con el paso del tiempo. En este sentido, la mitad de las personas que son atendidas en Cáritas lleva tres o más años demandando ayuda a la oenegé.
 
También Castilla y León, donde la crisis empezó un poco más tarde, está sufriendo ya con dureza los azotes de esta crisis que parece no tener fin. Según datos de este Observatorio, la oenegé católica ha pasado de atender hace cuatro años a 3.635 personas necesitadas de ayuda, gente sin ingreso alguno que reclamaba la ayuda de Cáritas, a los más de 8.500 que atiende en la actualidad. Lo que supone más del doble y casi ya el triple de personas sin recursos que no tienen apenas nada para llevarse a la boca y poder comer. Y subiendo.

El perfil de estas personas es diverso, pero, sobre todo, predominan los inmigrantes, que acaparan la mitad de los acogidos y atendidos por la oenegé católica en nuestra Comunidad. Además, tres de cada diez son parejas con hijos mientas que un 23 por ciento son personas solas y un 12,3 por ciento familias monoparentales. Más de la mitad que atendieron en Cáritas el pasado año estaban sin trabajo y, de éstas, tres de cada diez carecían de ingreso alguno, mientras que la media de ingresos de las personas atendidas durante el 2011 es de 340 euros al mes. Unos datos preocupantes, pero que lo son aún más cuando se revela también el espectacular aumento de jóvenes de entre 30 y 44 años que son atendidos en Cáritas así como el crecimiento también del número de españoles que han solicitado la ayuda de la oenegé católica porque no puede hacer frente al pago de su vivienda y tienen auténtico pavor a quedarse sin un hogar donde vivir. Y, por si fuera poco, el 45 por ciento de las personas que atienden en Cáritas son desempleados de larga duración

La situación les desborda
Y las perspectivas no son tampoco nada halagüeñas. Los recortes que se están llevando a cabo para hacer frente al déficit público que está ahogando a España no tienen preocupados a los responsables de Cáritas, desde donde advierten de que la situación ya casi les empieza a superar. En una entrevista concedida a la Agencia Ical, el presidente de Cáritas en Castilla y León, Fernando Carrasco, advierte de que estos recortes van a generar más necesidad y angustia económica en la sociedad, en general, pero, sobre todo, entre las personas que no tienen nada y piden la ayuda de Cáritas así como entre los que viven entre sujetos a unos alfileres o los que tratan de levantarse. Al respecto, el presidene regional de Cáritas tiene claro que si se reduce la capacidad adquisitiva aumentarán los alquileres de las viviendas porque estas personas lo primero que harán será destinar sus escasos recursos para poder comer.

Además, Carrasco avisa de que uno de estos recortes, como es la retirada de la tarjeta sanitaria a los inmigrantes en situación irregular, que entrará en vigor a partir del 31 de agosto, no solo va generar una situación problemática en este colectivo, que ya tiene que pagar el cien por cien d elos medicamentos, sino también a la propia oenegé católica, ya que tendrá que afrontar un nuevo gasto en medicinas que, en palabras de Carrasco, no están seguros de que vayan a poder hacerlo.


Más voluntarios para mejorar las parroquias
Fernando Carrasco destaca el aumento del número de voluntarios en las parroquias en los últimos años y agradece su esfuerzo para poder atender a las miles de personas que pasana cada año por su manos. Si bien, considera que hacen falta más manos y nuevos voluntarios para poenciar y mejorar las parroquias, la asignatura pendiente de la oenegé católica en estos tiempos. Pero no unos voluntarios cualquiera, «aunque todos son necesarios», dice sino personas con más disponibilidad de tiempo y con una formación y preparación cada vez mayor. Finalmente, el presidente regional de Cáritas destaca también el esfuerzo de numerosos acerdotes que han cedido sus pagas extras a las familias más pobres.