Isabel Pantoja rompe a llorar en el juicio al enterarse de que va a ser abuela

Este martes, en el banquillo de los acusados por el caso Malaya, y a diferencia de otros días en los que suele estar inmóvil casi como una esfinge, Isabel Pantoja no ha parado un momento, mascaba chicle, miraba el móvil, el relo, mandaba mensajes, hasta que se ha derrumbado.

La cantante, que se enfrenta a tres años y medio de prisión, ha roto a llorar en el banquillo en el que se sienta junto a Julián Muñoz y Maite Zaldívar por presunto blanqueo de capitales.

Pantoja también ha utilizado el móvil discretamente y se la ha visto escribir lo que parecía un mensaje. Todo esto ha coincidido con el testimonio como testigo de una policía que estaba detallando los bienes de la artista ante el tribunal.

Mientras, el presidente del tribunal aún no ha decidido si admite como prueba, la declaración del testigo sorpresa del que supimos ayer: el chófer de un promotor que supuestamente presenció la entrega de dos millones de euros a Julian Muñoz en 2003.

Miguel Criado, abogado Julián Muñoz, ha dicho que dejarle hablar sería más propio de un programa de TV que de un tribunal de justicia, así como de la España de charanga y pandereta.
Tras deliberar, el tribunal ha anunciado que más tarde tomará una decisión.