Lotería de navidad

Lotería de Navidad

Suerte por María José Navarro

Las colas para comprar lotería comenzaron hace más de un mes
Las colas para comprar lotería comenzaron hace más de un meslarazon

No, vamos a ver, no. Ni mucho menos. Yo quiero que sean ustedes felices y que cumplan sus sueños y que hagan realidad sus anhelos, es decir, que a mí a cursi no me gana nadie. Si ustedes quieren acabar este día millonarios perdidos y salir en una tele brindando y hacer el hortera en el informativo de las tres, yo no me voy a negar, aunque lo desaconsejo. O, mejor, dicho, desaconsejo salir en el telediario si te ha tocado de verdad. Yo lo que quiero es aparecer beoda perdida pero sin razón, aunque me falta público a favor y sobre todo, apóstoles. A mí no me desagradaría protagonizar las primeras escenas de los noticiarios de este mediodía sin motivo ninguno mientras doy la impresión de que mi número ha sido el agraciado y me tiro cava por la cabeza a la vez que impulso un matasuegras, eso sí, sin haberme tocado ni un duro.

Yo lloro si es menester, pataleo si la audiencia va floja, río como una vaca loca si vamos a perder unos planos y saco a una sobrina falsa y la lleno de besos. No tengo problema, siempre y cuando no me haya tocado. Porque ya es raro que me haya tocado, que es que no me va a tocar, porque no me puede tocar, porque yo no compro. No compro, señores, no-com-pro. Soy, junto a los españoles más ricos según la revista «Forbes», de los pocos de este país que no me dejo un leru en lotería. Por qué, se preguntarán ustedes, esta lerda no compra. Pues porque yo lo que quiero es que le toque a ustedes y no necesiten leer periódicos ni nada, y a mis compañeros y a mi familia y a mis conocidos, para ver si así les pierdo de vista para siempre. Yo voy a seguir aquí, ojo. Si ustedes quieren volver, ése es su problema. Yo voy a permanecer pobre, porque además no me conviene ganar dinero. No me conviene porque, excepto pagarle a mi madre la hipoteca, no iba a cubrir ninguna deuda más. Y el banco que se vaya preparando.

Me pone llamar a mi Caja de Ahorros a decir que, ni les liquido el préstamo, ni los adelantos de la Visa, porque me voy a echar encima la pasta. Y a partir de entonces masajes, limpiezas de cutis, manicuras francesas y clases de gimnasia pasiva. Yo soy superficial, así que es mejor que les toque a ustedes, que es lo que deseo. Y lo que pido. Feliz sorteo. Y mucha suerte. Salud.