Bruselas

El Gobierno tendrá listo este lunes su proyecto de ley de pensiones

El Gobierno trabaja contrarreloj para tener listo este lunes un borrador del proyecto de ley de la reforma de las pensiones, que dulcificará su propuesta inicial de implantar la edad de jubilación obligatoria a los 67 años, según confirmaron a LA RAZÓN fuentes gubernamentales

 
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Este documento flexibilizará la propuesta inicial de tal manera que posibilitará la jubilación a los 65 años para los trabajadores con cotizaciones superiores a los 40 años. Mientras, permitirá a otros colectivos, con empleos de riesgo, jubilarse antes de esa edad.

De esta manera, el Ejecutivo se acerca a las propuestas de los sindicatos sin lanzar el mensaje a los mercados de que da marcha atrás. De hecho, fuentes de La Moncloa avisan de que el presidente no está dispuesto a ceder en su decisión de situar, «con carácter general», la edad legal a los 67 años. Las organizaciones sindicales han advertido por activa y por pasiva de que no cruzarán esa línea roja que supone para ellas alargar la vida laboral de manera obligatoria más allá de los 65 años. Eso sí, estarían dispuestas a asumir una salida del mercado de trabajo a los 67 años de manera voluntaria.

Pese al abismo que separa al Gobierno y a los sindicatos, unos y otros son conscientes de la importancia de alcanzar un pacto sobre los flecos de la reforma laboral, la negociación colectiva y las pensiones. Para allanar el camino del consenso, han acordado abordar las tres cuestiones como un todo. El Gobierno necesita «vender» a Bruselas y a los mercados un pacto global con los agentes sociales y con los partidos políticos. El propio vicepresidente primero, Alfredo Pérez Rubalcaba, admitió ayer que un consenso amplio contribuiría de manera decisiva a recuperar la confianza sobre la economía española. Además, supondría una oportunidad de oro de sacudirse de encima el fantasma de que un contagio de Portugal precipite un eventual rescate de España. Amén de que incrementaría la eficacia de las medidas adoptadas. No obstante, el portavoz del Ejecutivo no ocultó las dificultades existentes para conseguir el acuerdo.

Las centrales también necesitan llegar a un pacto que evite la convocatoria de una huelga general. De hecho, no ocultan su temor por que un seguimiento escaso de una medida de presión de este tipo cuestionaría su papel. La CEOE, por su parte, también requiere apuntarse en su haber un gran pacto, después de meses sin tomar las riendas de la crisis. Por eso el nuevo presidente de la patronal, Juan Rosell, se estrenó ayer en el ruedo madrileño de la concertación social demostrando un talante negociador. Tras meses de paréntesis en el diálogo tripartito, el titular de Trabajo, Valeriano Gómez, compartió mesa y mantel con Rosell, escoltado por el presidente de Cepyme, y los secretarios generales de UGT y de CC OO, Cándido Méndez e Ignacio Fernández Toxo, respectivamente. A la comida se incorporó el vicepresidente primero, tras concluir la tradicional rueda de prensa en La Moncloa para informar de las cuestiones abordadas por el Consejo de Ministros.

Las tres partes de la negociación coincidieron durante el almuerzo, que concluyó a las cinco de la tarde, en expresar su voluntad de conseguir un entendimiento, «sin ignorar las dificultades que se derivan de esta negociación». Para ello analizaron la reforma de las pensiones, el desarrollo de los cambios del mercado de trabajo, las políticas activas de empleo y la reforma de la negociación colectiva. Tanto los agentes sociales como el Gobierno consideraron más adecuado que esta última cuestión, la de la reforma de la negociación colectiva, sea objeto de una negociación bipartita entre los sindicatos y la patronal.

Además, expresaron su intención de dar continuidad e intensificar las conversaciones, según una escueta nota informativa conjunta que emitió el Ministerio de Trabajo a media tarde. El Gobierno y los interlocutores sociales se volverán a ver las caras este lunes ya con el borrador de las pensiones listo.


En busca del consenso antes del jueves

El Gobierno desea conseguir un consenso con los interlocutores sociales sobre la reforma de las pensiones o, al menos, una aproximación en esta cuestión antes del próximo jueves, fecha en la que José Luis Rodríguez Zapatero se reúne en La Moncloa con el presidente del Deutsche Bank, Josef Ackerman. Durante el encuentro, desea mandar a los mercados y a la Unión Europea un mensaje claro de que España cumple con sus deberes y que lo hace, además, con consenso. Al día siguiente, el jefe del Gobierno quiere repetir la escena durante su entrevista con el presidente de la República francesa, Nicolas Sarkozy. En estos momentos, la Unión Europea, léase Francia y Alemania, ha urgido al Gabinete de Zapatero a dar un impulso a sus reformas estructurales, con el fin de calmar a los mercados. De ahí que el Gobierno haya mostrado su disposición a acelerar la reforma del sistema financiero para acabar con cualquier duda sobre su vulnerabilidad.


LAS CLAVES
Reforma de las pensiones
Haya o no consenco, el Gobierno tiene previsto aprobar el 28 de enero la reforma del sistema público de pensiones, que consagrará la jubilación obligatoria a los 67 años.

El borrador, el lunes
El Ejecutivo trabaja ya para tener listo un borrador el lunes que pueda presentar a los otros involucrados en la negociación, CEOE y sindicatos.

Negociación colectiva
Zapatero cree clave reformarla para dar al empresario más flexibilidad para adaptar las condiciones de los trabajadores al momento por el que atraviese la economía.

Políticas activas de empleo
El Ejecutivo quiere derivar el esfuerzo hacia la empleabilidad. Además, quiere avanzar en las causas económicas y productivas de los EREs.

Participación de los partidos
Gobierno, patronal y sindicatos quieren que todas las fuerzas políticas del arco parlamentario se involucren en la negociación sobre la reforma de las pensiones.