La importancia del 28-N

Hay elecciones que son más importantes que otras y en algunos casos, incluso, son un mero trámite o resultan intrascendentes. En cambio, en las catalanas todos se juegan mucho. En primer lugar, tras ocho años del desastroso tripartito hay un montón de asesores y altos cargos que sueñan con una victoria imposible. ¿Dónde iban a vivir mejor y cobrar esos sueldos? Montilla necesita un resultado digno para no tener que dimitir como primer secretario del PSC y mantener el escaño. Menos de 30 diputados sería demoledor. En esto coincide con Zapatero, que no tiene ninguna simpatía por Montilla pero no le conviene un hundimiento del socialismo catalán. En cambio, Mas está convencido de que «ahora toca» y será el presidente de la Generalitat. Lo que necesita es tener una mayoría, preferiblemente absoluta, que le permita no depender de nadie. Esto sería muy malo para Zapatero, pero también para Rajoy cuando sea presidente del Gobierno. Cuanto más débil esté Mas será más beneficioso para el PP y el PSOE. Por fin coinciden en algo.