Barcelona se erige como ciudad líder del gasto turístico en moda

BARCELONA – Todavía inmersos en el debate sobre si los ejes turísticos de Barcelona están dispuestos a liberalizar horarios y abrir domingos, los resultados transmiten cifras récord, que demuestran que el comercio turístico está ganando aún más terreno en la Ciudad Condal y puede seguir creciendo si se acaba implantando la medida.
En apenas un periodo de cuatro años, y con lo que llevamos de crisis, Cataluña ha logrado subir dos puntos al año la media de gasto que los ciudadanos extracomunitarios hacen en el territorio, mientras otras ciudades lo han estabilizado. Así se desprende del informe «El comercio textil en cifras», que cada año elabora la patronal del comercio textil Acotex para dilucidar las tendencias del sector.
Según el estudio, Barcelona acumuló el pasado año el 44,6 por ciento de las compras realizadas por residentes que no pertenecen a la Comunidad Europea. El termómetro que lo avala es el «Tax Free», el sistema de devolución del IVA para los extranjeros que utilizan la mayoría de tiendas de la Ciudad Condal y que sirve para medir el impacto de gasto de los turistas.
Según datos de Barcelona Turisme, el comprador ruso lidera el «ranking» de las devoluciones de IVA mediante este tipo de cheques en la oficina de Información de Turismo, donde se tramita la devolución del 18 por ciento –hasta el mes de septiembre, cuando pasará al 21 por ciento–.
Los países BRIC (Brasil, Rusia, India y China), con enormes cifras de crecimiento en su PIB, están configurándose como un auténtico balón de oxígeno para el comercio barcelonés, ya que, según indica Acotex, en el resto de España este gasto turístico ha ido a la baja en los últimos cuatro años y en 2011 acumuló un 20 por ciento de gasto exceptuando a Madrid y Barcelona. En la Ciudad Condal, los ciudadanos chinos ya son los quintos extracomunitarios que más devolución de IVA piden tras realizar sus compras, un signo más de cómo los patrones están cambiando.
Según Acotex, los chinos ya son los que más gastan en moda. El año pasado el turista chino gastó en ropa una media de 682 euros en Barcelona. Le siguen en esta carrera por las compras los turistas japoneses, con una media de 586,47 euros; estadounidenses (460 euros); rusos (431 euros); mexicanos (361 euros); brasileños (340 euros); y marroquís (293 euros).
La tendencia al alza de las compras asiáticas en el territorio la confirma el presidente de la Asociación de amigos del paseo de Gràcia, Luis Sans. La avenida del lujo barcelonesa es uno de los focos principales de este tipo de transacciones. La asociación confirma que los comercios de esta arteria barcelonesa acumularon el 60 por ciento de las devoluciones de IVA en la ciudad durante el año pasado, y que a nivel estatal, suponen un 25 por ciento del total que recaudó el país.
«Los rusos siguen siendo los mejores compradores en el paseo de Gràcia. Gastan mucho en moda, pero les siguen muy de cerca los chinos y también los turistas de Singapur y Malasia, y los americanos», cuenta.

Los mejores meses
Los comerciantes barceloneses están de enhorabuena porque consiguen hacer crecer el gasto turístico año a año y agosto es el mejor mes para ingresar beneficios. Según informa el portal económico de moda modaes.es, el grueso del gasto que efectúan los turistas en España se concentra en los meses de agosto, septiembre, octubre y noviembre. Entre 2009 y 2011, agosto representa una media del 12,8 por ciento del total de consumo en el sector de los turistas a lo largo del año.
El gasto que efectúan en los meses de septiembre, octubre y noviembre, oscila en torno a los 11 puntos, con ligeros cambios cada temporada.

Los autóctonos gastan menos
Mientras el turismo extranjero insufla oxígeno a los resultados económicos de los establecimientos de ropa de nuestro país, el gasto de los autóctonos en comercio textil sigue cayendo. Según el informe de Acotex, el año pasado gastamos un 5 por ciento menos en ropa. De media, las familias españolas destinaron en 2011 un total de 1.130 euros a comprar en el comercio textil, muy por debajo de los 1.881 euros que gastaron en el año 2006.