Algeciras

Los pescadores logran una tregua de Gibraltar hasta diciembre

Podrán volver a faenar el día 16 tras cuatro meses de hostigamiento

La Guardia Civil, junto a una patrulla de la Royal Gibraltar Police, el miércoles, tras un incidente con un pesquero español
La Guardia Civil, junto a una patrulla de la Royal Gibraltar Police, el miércoles, tras un incidente con un pesquero españollarazon

MADRID- La tregua pesquera alcanzada ayer en suelo gibraltareño ha puesto el punto final a cuatro meses de bloqueo, de miles de euros de pérdidas, angustias, conflictos y noches en vela para las doscientas familias del Campo de Gibraltar que viven de lo que sacan con sus redes. En suelo llanito, el ministro principal del Peñón, Fabian Picardo, se comprometió con la comisión delegada de la parte española a permitir que los 53 barcos de La Línea de la Concepción y los seis de Algeciras puedan faenar a partir del 16 de agosto y hasta finales de noviembre en las aguas en disputa.

Fuentes de la negociación consultadas por LA RAZÓN reconocieron que el tono había sido el correcto y que Picardo se había mostrado «muy receptivo» a sus demandas, aunque la prudencia fue la palabra más repetida por todos los implicados. Según las mismas fuentes, el ministro principal no se refirió en ningún momento a la soberanía de las aguas que rodean a la Roca, el verdadero caballo de batalla de un conflicto que comenzó a finales de marzo.

La «bula» para pescar que comenzará dentro de trece días será sólo provisional, ya que la intención de Picardo es reformar la legislación medioambiental de 1991 que, según su Ejecutivo, prohíbe las artes de los pesqueros españoles por razones ecologistas. El Parlamento llanito tendrá pues los meses de diciembre y enero para reformar la ley y que se logre un acuerdo «duradero» que satisfaga «a todo el mundo», según señalaron a este periódico fuentes gubernamentales gibraltareñas. Las mismas fuentes afirmaron que el cambio de la legislación irá precedido por un estudio científico a fondo de la zona para determinar dónde se puede pescar sin dañar el ecosistema.

La promesa en firme de Picardo de que no habrá «acoso» a las embarcaciones españolas ha sido recibida con alivio entre los pescadores. En unos días podrán volver a echar sus redes «donde lo hemos hecho siempre» sin temor a que el hostigamiento de las patrulleras de la Policía gibraltareña causen una desgracia aún mayor que la pérdida económica.

Lo cierto es que el tira y afloja entre Gibraltar y las autoridades de la Línea y Algeciras a cuenta de la pesca ha puesto en peligro la convivencia pacífica a ambos lados de la Verja. Más de 4.000 trabajadores españoles cruzan a diario a la colonia británica para ganarse la vida y las largas colas estaban complicando seriamente su jornada laboral. El desahogo económico que supone el Peñón es clave para el Campo de Gibraltar, una de las zonas más deprimidas y con un mayor índice de paro de toda España.

La llegada del PP al Gobierno supuso la inmediata desaparición del Foro Tripartito creado en 2005 por Moratinos y que sentaba en condición de igualdad a los Gobiernos español y británico con el gibraltareño. Muchos consideran que el bloqueo pesquero nace de un deseo de reafirmarse ante España. Sensiblemente más conciliador, Picardo dijo ayer que «nunca» quiso entrar en conflicto «con gente que viene a buscarse la vida».


«Me alegro por mis hijos»
Juan Manuel Vázquez durmió ayer tranquilo. Por primera vez en varios meses, el patrón del «Unión Vázquez Blanco» vio claro el horizonte. Se siente bien sobre todo por «sus chicos», los tres hijos varones que lo acompañan en las largas madrugadas de faena. El jueves ya echó sus redes frente a la bocana del puerto de Gibraltar, territorio comanche hace sólo tres días. Era la primera vez que acudía en dos meses, pero consintió animado por lo que le contaban otros patrones: la calma había vuelto. La recompensa fueron mil kilos de sardinas y 500 de jureles. Aunque estos meses han perdido miles de euros, los Vázquez se disponen a recuperar el tiempo perdido.