Londres

Cinco noticias sobre alzhéimer por José Antonio VERA

Cinco noticias sobre alzhéimer, por José Antonio VERA
Cinco noticias sobre alzhéimer, por José Antonio VERAlarazon

La ciencia aún no ha podido encontrar las claves del alzhéimer, pero son tantos los investigadores volcados en su estudio que cada año vamos conociendo nuevos detalles sobre esta enfermedad terrible que afecta a tantas personas en la edad madura. Por ejemplo, recientemente hemos sabido, gracias a los trabajos científicos del King's College de Londres, que los medicamentos analgésicos simples, como el acetaminofeno, pueden reducir sustancialmente algunos de los signos más angustiosos de la dolencia, como la agitación en el paciente. Hasta ahora se usaban fármacos antipsicóticos para tales trastornos, pero dado que la agresión y agitación podrían ser causados por el dolor, algo que el enfermo no puede expresar, se estudió la posibilidad de mejorar la calidad de vida con tales medicamentos analgésicos, siendo el resultado más que satisfactorio. Otro grupo de científicos de la Universidad de Washington ha llegado a la conclusión de que las caídas son más comunes entre individuos que están en las primeras etapas de alzhéimer, hallazgo que revela que antes de que se presente el deterioro típico, comienzan a ocurrir cambios en el equilibrio y la forma de andar. A estas informaciones, hechas públicas a través de la BBC, se suma una tercera referida a que una prueba simple para observar modificaciones en el ojo podría ser una nueva forma de detectar los primeros signos.


A tal conclusión llego la Organización de Investigación Científica e Industrial de la Commonwealth, en Australia, al encontrar que los cambios en los vasos sanguíneos de la retina pueden ser un indicio prematuro. La anchura de los vasos parece que es «significativamente diferente» en las personas con alzhéimer. En los escáneres, estos enfermos tienen niveles más altos de amiloide, la proteína tóxica que se acumula en el cerebro de quienes sufren la enfermedad, dañando a las neuronas. Entre las últimas esperanzas en la investigación están, por otra parte, los llamados moduladores de la gamma secretasa (GSM, por sus siglas inglesas), familia a la que pertenecen compuestos tan conocidos como el ibuprofeno, que serían capaces de modificar la producción de las proteínas que al aglutinarse forman las placas degenerativas que dañan el cerebro de los pacientes. Estos compuestos, sin alterar otras funciones, han demostrado retrasar la aparición del alzhéimer.
Y en el mero ámbito de la alimentación, se ha llegado a la conclusión de que beber poco o moderadamente alcohol puede reducir el riesgo de desarrollar la enfermedad. Tras analizar más de 140 estudios que datan de hasta 1977 y en los que participaron más de 350.000 personas, científicos de la Escuela de Medicina de la Universidad Loyola de Chicago hallaron que quienes beben con moderación tenían un 23 por ciento menos de posibilidades de desarrollar formas de demencia y problemas congnitivos. Muchos datos nuevos y esperanzadores, aunque hasta el momento seguimos sin lo principal. La enfermedad no se cura. Se la conoce mejor, se puede retrasar en algo su aparición, pero aún no tenemos la receta definitiva para poder vencerla.