Jubilación

El Senado políglota en obras

La Cámara reformará la zona de taquígrafos y medios de comunicación antes de septiembre. Un parche insuficiente para cubrir el uso de las lenguas cooficiales. Esta remodelación podría costar 547.216 euros, a los que habría que sumar 48.720 de mobiliario. 

.
. larazon

Normalizar el uso de las lenguas cooficiales en el Senado costaría mucho más de los 120.000 euros de los que hablan los idearios de esta propuesta. Y es que las cuentas, por mucho que uno intente abaratar gastos en tiempos de crisis, no salen. Si tenemos en cuenta que serían necesarios ocho intérpretes (dos por lengua mínimo) y que cada uno de ellos cobra entre 500 y 600 euros por sesión... el total, para no aburrir a propios ni extraños, ascendería a 1.224.000 euros, tirando por lo bajo. Y eso sólo en lo que afecta a la parte oral, ya que el trabajo no termina aquí. Los 34 senadores que rubricaron con su firma esta propuesta se olvidaron de contar que todas las actas y documentos tendrían que ser traducidos al gallego, euskera, valenciano, catalán y, cómo no, al castellano. Suma y sigue. Habría que contratar más intérpretes, estenotipistas, taquígrafos y pagar sus dietas, el transporte, incluso el alojamiento. Por no hablar del número desorbitado de fotocopias que habría que hacer.La cifra superaría ya el millón y medio de euros, y entonces se darían cuenta de que, además, hay que hacer obras. Curiosamente, el Senado tiene previsto realizar una costosa reforma en las zonas destinadas a taquígrafos y medios de comunicación. Las obras se realizarían entre julio y agosto para que no afecte a la actividad parlamentaria y su coste será de 547.216 euros, sin contar el mobiliario, que supondría otros 48.720. Eso sí, sea como sea, el 3 de septiembre el trabajo debe estar finalizado.Cierto es que esta reforma incluye la ampliación del departamento de taquígrafos, pero seguiría siendo insuficiente. Así, no sería de extrañar que en plena actividad parlamentaria, y siempre con la hipótesis de que la propuesta salga adelante, la Cámara se viese inmersa en más obras, con las molestias y el coste adicional que eso supondría. Habría que instalar más cabinas para los intérpretes –que podrían costar hasta 600.000 euros–, dispensar cientos de auriculares, adaptar los sistemas de comunicación... y eso, por el momento, no aparece en ningún proyecto.Desde el PP, el senador Juan Van Halen tiene claro que en época de crisis la Cámara no puede asumir un coste semejante. Y más, teniendo en cuenta que «el Senado siempre ha estado bajo mínimos». Lo mejor, a su juicio, es que fuera del hemiciclo seguirán hablando en español, como siempre.