Lorca
Clases vacías en la «vuelta al cole» de Lorca
La reparación de edificios, esperanza para los albañiles parados
LORCA- El miedo persiste. Los 23 colegios e institutos de Lorca, que reabrieron ayer sus puertas tras los terremotos del miércoles, tienen pocos alumnos y sus profesores, sobre todo los de los más pequeños, han abandonado los libros y ejercen más bien de psicólogos. De los 6.600 alumnos que tenían que ir a clase, apenas 3.000 lo hicieron. En el colegio Pérez Hita del barrio de La Viña, la zona más dañada por los seísmos, apenas han recibido un cinco por ciento de los alumnos, porque muchos padres se han acercado a primera hora con los niños pero han desistido al ver el escaso número de compañeros.
Clara, una profesora visiblemente nerviosa todavía por lo ocurrido, relataba, según informa Efe, que este colegio cuenta con 500 alumnos de Infantil y Primaria, de los que apenas 50 acudieron ayer a clase. Uno de ellos recordaba a su madre gritando y sacándolo corriendo a la puerta. «Y menos mal, porque con el segundo terremoto se cayó todo», aclara. Otra alumna, de nacionalidad ecuatoriana, ha comentado que su familia tiene «mucho miedo», que «lo ha perdido todo» y que, ante el temor de que los terremotos se vuelvan a repetir, habían decidido irse a Madrid porque allí tienen más familia.
Las obras de reparación de edificios dañados está suponiendo una preocupación para los inquilinos, pero también se convierte en una esperanza para los parados que antes trabajaban en la construcción. A la puerta de la oficina del Servicio Regional de Empleo y Formación se concentraban desempleados españoles e inmigrantes que confían en que haya «bastante» trabajo con las rehabilitaciones. En el comercio, algunos han empezado ya a reabrir sus locales, si bien el 20 por ciento de los 300 establecimientos de hostelería siguen cerrados. Los lugares más concurridos eran los puntos de información municipal para damnificados y las oficinas de las compañías aseguradoras, a cuyas puertas, desde primera hora de la mañana, centenares de personas se agolpaban para solicitar el peritaje de su vivienda.
Mientras, los miles de desalojados continúan con lo que ya es una rutina para ellos en los campamentos habilitados, que a partir de hoy comenzarán a desmantelarse paulatinamente para unificar a todos los damnificados en uno solo. Al nuevo campamento spodrán acceder exclusivamente los habitantes que tengan su casa en condiciones que no sean habitables. El resto serán instados a ocupar sus casas y se les emplazará a recurrir a los servicios de atención psicológica si tienen miedo de volver.
Código «rojo, rojo» para 17 edificios
El 75 por ciento de los 4.100 edificios de Lorca afectados por los terremotos están en código verde, por lo que las autoridades permiten su uso, el 20 por ciento en código amarillo y el 5 por ciento en código rojo, aunque para 17 de ellos se ha abierto el código rojo, rojo por «daños estructurales de mucha envergadura». En este último grupo se encuentran dos inmuebles para los que ya se han firmado decretos municipales de demolición.
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