Vacaciones
Lechazo asado tan natural como siempre
Hablar de lechazo asado en Aranda de Duero es referirse a una liturgia, a una tradición a la que se unen los forasteros que por allí pasan o, más aún, los que hasta allí llegan para saborear tan exclusivo manjar. Cada día se consume en los figones de la ciudad medio centenar de lechazos y unos 400 durante el fin de semana.Tan singular tradición viene celebrándose desde hace 10 años con las Jornadas del Lechazo asado que organiza la Asociación de Hosteleros de Aranda y la Ribera (Asohar) y patrocinan el Ayuntamiento de la ciudad, la Indicación Protegida del Lechazo, el Consejo Regulador de la D. O. Ribera del Duero y Caja Círculo.Este año, las X Jornadas del Lechazo se celebrarán entre el 5 y el 27 de junio. Durante esos días, diez asadores arandinos ofrecerán un menú basado en el cordero lechal asado, al que acompañarán el vino de Ribera del Duero, el pan de torta de aceite y la ensalada de productos de la huerta. Incluye, además, unos entrantes como la morcilla, el paté de lechazo, los pimientos... y su precio son 37 euros.Lechazo no es cualquier cordero, es el que tiene entre 4 y 8 kilos de peso, se sacrifica a los 21 días, es de raza churra, ojalada o castellana y su madre se alimenta de un pasto único rico en hierbas aromáticas. El lechazo asado de Aranda tiene otras singularidades: se elabora en horno de leña de encina, no se le añaden más productos que el agua y, por supuesto, lo cocinan los maestros asadores, herederos de una tradición ancestral.Estas X Jornadas del Lechazo Asado son una ocasión excepcional para visitar Aranda de Duero y disfrutar, además de todo lo que sus fogones nos procuran, de sus atractivos turísticos, que son muchos. Además del legado histórico y artístico, representado por la iglesia de Santa María la Real o la de San Juan Bautista, hay una buena opción museística y, sobre todo, una curiosa red de bodegas subterráneas, que datan del siglo XIII, dignas de ser visitadas.
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