«A algunos criadores les da igual la salud del perro»

Q¿Tan torpe es la gente cuando se relaciona con sus mascotas?
-El ser humano, en general, es torpe. Y, por supuesto, también con las mascotas.
-¿En qué torpea?
-Principalmente en pensar que una mascota funciona como un humano, lo que se llama el antropomorfismo. Una mascota es un animal y, por tanto, se comporta como tal, no como nosotros.
-La Navidad es una mala época para las mascotas ya que, en demasiadas ocasiones, se convierten en regalos. ¿Se debe regalar un animal?
-Jamás. Una mascota es un ser vivo, no un juguete. Además, para que una familia coja una mascota es importantísimo que todos la quieran. Y digo «todos», no sólo algunos.
-¿Qué pasos habría que seguir para adquirir una mascota?
-Antes de comprarla habría que pensar que se puede adoptar. Tenga en cuenta que hay muchos animales abandonados a la espera de dueño. Si lo que quiere es un perro de raza, sería conveniente que se asesorara por profesionales de verdad, no por algunos que más que criadores parece que venden la carne al peso y les da igual que el perro esté sano o no.
-¿Todos servimos para dueños de cualquier raza?
-Cada familia tiene que analizar el tiempo del que dispone, el espacio y los gastos, y a partir de ahí veremos cuál es la raza más propicia para nosotros. Es lógico pensar que si vives en un piso de 45 metros no vas a tener un San Bernardo.
-Los programas de perros se han puesto de moda en las televisiones. ¿A qué se debe este boom?
-Porque existe una gran demanda de información de todas las personas que tienen mascotas. En España nos siguen resultando curiosos, pero en Inglaterra, por ejemplo, puede haber unos doce progrmas de este tipo, y en EE UU ya ni le cuento.
-Cuando se habla de un gato nos lo imaginamos bebiendo leche. ¿Es bueno que lo haga?
-La única leche buena para los animales es la materna, y sólo cuando son cachorros. El que le demos leche de vaca a un perro o a un gato no le viene nada bien.
-¿Y para el ser humano cuál sería la mejor leche?
-La más adecuada es la leche entera, los otros tipos: semidestanada, desnatada, etc… están ahí por temas comerciales más que por necesidad alimentaria. La obsesión por la estética ha hecho que las empresas tengan que sacar un producto más ligero, pero siempre de menor calidad que la leche entera.