Los padres de «El Cuco» no creyeron su versión del crimen de Marta

La revisión de la sentencia contra Francisco Javier García Marín por el crimen de Marta del Castillo –la primera vista pública– dejó detalles hasta ahora solapados. «Ni los padres de ‘‘El Cuco'' le creen», argumentaron la Fiscalía y la acusación particular para solicitar la condena del joven –sobre el que ya pesan dos años y once meses por encubrimiento– por los delitos de violación y asesinato, así como el pago de los más de 616.000 euros en que se valora la búsqueda del cuerpo.

La fiscal explicó ante la Sección Tercera de la Audiencia de Sevilla que, en una de las llamadas intervenidas, «El Cuco» aseguró a sus padres que no estuvo en el piso de León XIII la noche del crimen, a lo que su padre respondió irónico: «Sí, y yo soy virgen».

La fiscal recordó que el progenitor de Francisco Javier García Marín se acogió, durante el juicio, a su derecho a no declarar contra su propio hijo. «El Cuco», como se preveía, no acudió a la vista en la que se decide su ingreso en un centro de internamiento para menores.

La madre de Marta, Eva Casanueva –blusa de luto, tez pálida y reclamando «justicia»–, acudió junto a Antonio del Castillo y sufrió con la detallada descripción del crimen efectuada por la Fiscalía. «Quedó amoratada y fría... Sufrió espasmos...».

La acusación defendió el papel de la Fiscalía en el juicio y basó su tesis en «la falibilidad» de los jueces. El letrado criticó el «silencio» sobre la ubicación de «El Cuco» cuando ocurrieron los hechos; recordó que un testigo dijo que «a partir de las 20:00 horas desapareció»; reiteró que ni sus padres le creen; expuso que una llamada de Miguel al menor que se cita en la sentencia «no es verdad», según el estudio de los móviles, y que no se tiene en cuenta los restos de ADN del imputado. Y sobre todo, criticó que no se considere como «prueba documental» la declaración de Carcaño en la que involucra a «El Cuco». «La sentencia busca argumentos a favor del menor que no están en el juicio oral», dijo. «Pierde la imparcialidad, quizás interpretando el papel de juez de Menores como el de quien los defiende. Pero les recuerdo que Marta también era menor». Y mirando a los magistrados, dijo: «Son lo único que la familia tiene: la Justicia. No han dejado de sufrir y sólo piden una sentencia que se entienda desde el sentido común, no con argumentos retorcidos».

La defensa –que fuera de sala aseguró que «El Cuco» «no puede hacer vida normal, no puede ni moverse»– manifestó que no hay pruebas para involucrarle y exigió su libre absolución. «El puzzle no encaja y, además, sobran piezas», indicó, criticando «la mala investigación». El caso quedó visto para sentencia.