Luminosa España de los años 50

Esta no es una película de «ristra de ajos y roña». Así define González Macho la cinta que estos días rueda Imanol Uribe en Jerez (Cádiz). «Ni es ocura ni siniestra, ni nada de lo que se asocia con la España de 1950. Es luminosa, un viaje iniciático de un muchacho que descubre la vida de golpe», continúa Uribe. Mucha parte de la culpa la tienen los exteriores gaditanos, ayer por la tarde, a 30 grados de temperatura. Los figurantes sudando bajo los chalecos y los pantalones de felpa. Karra Elejalde y Eduard Fernández ,derretidos en un coche de época. «La gente en los 50 se las arreglaba como podía y el sol salía todas las mañanas», continúa el productor de la cinta, con un presupuesto de 4 millones de euros.

Los juicios, «un paripé»
La trama, escrita por Remedios Crespo (que obtuvo con ella el Premio Julio Alejandro de guión en 2009), está basada en la historia real de su padre, que hizo la mili como secretario judicial en un tribunal militar. «Los juicios eran un paripé y a mi padre le decían que fingiese escribir a máquina como si estuviera tomando nota de las declaraciones, pero le insistían en que no hacía falta. Así que él se dedicaba a escribirle cartas de amor a mi madre», contó Crespo, que se topó con el relato, escrito a máquina por su padre, Enrique, cuando ya había fallecido. Pero no entra en debates ideológicos. «No se trata de contar la posguerra, ni el protagonista tiene sueños de cambiar el mundo.

Sólo se ve envuelto en una situación amorosa y de descubrimientos», explicó la guionista ayer en una pausa del rodaje. «Las tramas son intercambiables con cualquier país en dictadura. Ésta es una historia universal, no un análisis del franquismo», asegura Iban Gárate, que da vida a Enrique y que «trata de salvar el pellejo» interpretativamente frente a maestros co- mo Elejalde o Fernández. Para Elejalde, en la película «no hay buenos ni malos porque todo el mundo cree que hace lo correcto. No es una cinta costumbrista. No es de persecuciones, pero hay acción. No es de amor, pero hay romance. No es bélica, pero hay disparos.

Y está llena de secretos». Según Fernández, «se nota que está escrita por una mujer. Hay más riquezas y detalles». Para Uribe, la proliferación de historias de posguerra con punto de vista femenino como «Pa Negre», «La voz dormida» y la suya, es «una casualidad. Pero las cosas no pasan porque sí...». En el reparto hay también grandes actrices como Ángela Molina, Blanca Suárez y Bárbara Lennie.