Pintura roja contra el «fascista» Cortés

La estatua que Medellín (Badajoz) erigió hace más de un siglo a su hijo más universal, Hernán Cortés, apareció ayer pintada de rojo, obra de algún vándalo que se ha permitido explicar su patología: lo hizo por que el conquistador era «un fascista», y utilizó el rojo para añadir color «a La Roja, que juega esta noche (por ayer) contra México», país que conmemora el bicentenario de su independencia. La banalidad de la reivindicación delata al agresor y a quienes parecen apoyarle desde la progresía políticamente correcta.

Lissavetzky, unanimidad a la búlgara
Lejos de provocar otra tormenta en la FSM, el anuncio, del candidato de Zapatero, Jaime Lissavetzky, de que presentará su candidatura para la alcaldía de Madrid, fue como un bálsamo. Tanto Tomás Gómez como los partidarios de Trinidad Jiménez le respaldaron sin fisuras. Sólo faltó que Esperanza Aguirre también le diese su apoyo.

Rescate de inversiones sólo para socialistas
El anuncio de Zapatero de que el Gobierno rescatará inversiones en infraestructuras para aliviar a las constructoras fue completado ayer por el ministro de Fomento, que detalló cuatro de ellas: una en Cantabria, otra en Cataluña y dos en Andalucía. Es de esperar que en los próximos días se amplíe la lista, porque resulta muy sorprendente que todas las comunidades beneficiadas tengan gobiernos socialistas. Seguramente a las constructoras no les importará trabajar en otras de diferente signo político.