España no tiene que preocuparse de otra cosa que no sean las otras 31 selecciones participantes. Jugar en Suráfrica va a ser como hacerlo en Suiza o Murcia en lo que se refiere a las condiciones climáticas y de altitud que, según los expertos, van a afectar mínimamente a los futbolistas. El primer enemigo con el que se va a encontrar el grupo de Vicente del Bosque, el desplazamiento en avión desde Barajas a Johannesburgo, va a ser menos peligroso de lo que se pudiera pensar.

El «jet lag» no existirá porque no hay cambio horario, mientras que viajar en primera clase y hacerlo durante la noche minimiza los efectos de pasar 11 horas en un habitáculo cerrado y con un nivel de humedad muy bajo. «Me parece muy interesante la técnica de hacer coincidir el desplazamiento a Suráfrica con las horas de sueño. Lo peor que puede pasar es que aquellos a los que les cueste más dormir, lleguen con la sensación de haber pasado una mala noche, nada más», explica Pedro Manonelles, presidente de la Federación Española de Medicina del Deporte (FEMEDE).

La vuelta al invierno tampoco va a representar un especial inconveniente para los participantes del hemisferio norte, en opinión del doctor: «El frío es por definición un factor de riesgo para las lesiones musculares, aunque con una adaptación adecuada no debe ser decisivo. Lo lógico es em- pezar con sesiones de trabajo suaves para ir habituando la musculatura. Son más peligrosos los aires acondicionados de los aviones y los hoteles, que un cambio natural de clima», insiste.

Las temperaturas no descienden extremadamente en el invierno surafricano, por lo que, según Manonelles, no habrá mucha diferencia con lo que han experimentado los internacionales durante la preparación: «La semana pasada jugaron en Viena a 15 gra- dos y en Murcia a más de 30, don- de creo que marcaron seis goles, así que ahí está la prueba de que no afectará al rendimiento. Además, Suráfrica es un país agradable desde el punto de vista climatológico, la humedad es baja». En cuanto a los contagios o infecciones, la opinión del médico es tranquilizadora: «Si no se sale de los lugares habituales no habrá problema. Otra cosa es si se intenta comer en un puesto callejero».

No será éste el caso de los futbolistas, que han viajado a África para ganar el Mundial.