Ciencia y Tecnología

«Levántate y anda»

Un parapléjico recupera la movilidad de sus piernas con una técnica pionera que combina el estímulo eléctrico de la médula y el entrenamiento físico

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Madrid- No es un milagro, es investigación. Los avances combinados entre tecnología y medicina parecen no límites y el último logro es conseguir que una persona parapléjica sea capaz de levantarse de la silla de ruedas en la que llevaba postrada un lustro, según publica la revista científica «The Lancet». Pero la realidad va más allá para Rob Summers, que sufrió un accidente de tráfico en el 2006 que le rompió todos sus sueños. Ahora puede incluso dar algunos pasos con ayuda de otras personas dándose él mismo el impulso muscular necesario para hacerlo y también puede mover de manera voluntaria las caderas, las rodillas, los tobillos y los dedos de los pies.

Los autores de esta proeza son Susan Harkema y Reggie Edgerton, investigadores del Kentucky Spinal Cord Research Center de la Universidad de Louisville y de la Universidad de California. Este grupo de científicos basó el tratamiento en la estimulación epidural continua de la médula espinal del paciente, simulando las señales que el cerebro emite en condiciones normales, para iniciar cualquier tipo de movimiento. Una vez que esta señal se transmite, la red neurológica de la médula, unida a la información sensorial que las piernas envían a ésta, es capaz de dirigir los movimientos de los músculos y de las articulaciones que le permiten mantenerse erguido.

Sin embargo, la parte más complicada del proyecto aún no había comenzado. Según explican Harkema y Edgerton, la clave era «reeducar» todo ese complejo mar de redes neurológicas que formaban la médula de Rob Summers y que en la actualidad le permiten moverse. Esta complicada fase se extendió durante dos largos años. Tras ella, los médicos del Kentucky Spinal Cord Research le implantaron quirúrgicamente un dispositivo en la espalda que permitía la estimulación sensorial y neurológica, que es la responsable de la voluntariedad de los movimientos.

Este avance le ha cambiado la vida a Summers. No sólo le ha proporcionado un mayor grado de movilidad, sino que también ha recuperado en gran medida el funcionamiento de sus órganos sexuales y de la vejiga, fruto del tratamiento que combinaba la estimulación de la médula y un programa de intenso entrenamiento físico. Tras comprobar por sí mismo los resultados, este paciente norteamericano ha admitido sentirse mejor tanto física como psicológicamente: «Para alguien que hasta hace cinco años no podía mover ni los dedos del pie, tener la libertad y la capacidad de poder levantarse por sí mismo es una sensación increíble. Me ha cambiado la vida», señala a «The Lancet».


Largo camino por recorrer
A pesar del éxito rotundo, los padres de la investigación han expresado su cautela. «Es un gran paso adelante y abre una gran oportunidad para mejorar la vida de estos individuos, pero tenemos un largo camino por recorrer», asegura la profesora Susan Harkema, en referencia a que aún resta mucho tiempo para que esta técnica pueda convertirse en una práctica habitual. En la misma línea hablaba Reggie Edgerton, que comenta que «la médula espinal es lista, ya que las redes neurológicas son capaces de iniciar los movimientos sin necesidad de recibir información procedente del cerebro».

Los autores del proyecto, no obstante, señalan que el caso de Summers es especial porque, aunque estaba paralizado desde el torso hasta los pies, presentaba una cierta sensibilidad en la zona que estaba inmovilizada. Independientemente de ello, tanto Harkema como Edgerton han expresado su deseo de que este trabajo permita a los pacientes que han sufrido lesiones medulares poder mejorar sus condiciones de vida. La ciencia y la medicina, que están a disposición de los enfermos, avanzan a pasos agigantados y ésta es la última prueba de ello. Un hombre que estaba desahuciado para el resto de su vida será capaz de hacer una vida «normal». Volverá a andar, aunque sea con ayuda.


Un 10% de los españoles, «olvidados»
- El alcalde de la localidad valenciana de Bonrepós i Mirambell, Jesús Raga, lamentó ayer que los discapacitados son el 10 por ciento de la población española, pero que esta realidad «no se ve reflejada ni en listas electorales ni en ningún ámbito de la vida social». «Creo que ya es el momento de que nos hagamos ver, de que nuestra capacidad se vea reflejada en todos los ámbitos», señaló el edil, tetrapléjico desde los 15 años, quien ha comentado que urge que «haya políticos o empresarios discapacitados y que nos hagamos ver, es la manera de integrarnos».