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Pasar «Page» por José Luis Fernández Peña

La Razón
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Mientras un millar de socialistas aplaudía a Rubalcaba en el congreso del PSOE de Castilla-La Mancha varios turistas hospedados en el mismo hotel de Toledo pululaban en albornoz con semblante relajado. Al provocador titular de Rubalcaba «los españoles verán en la nómina de febrero la verdadera cara de Rajoy», se sumaba a ese punto de relajación procedente de un balneario en el que se mezclaban delegados y turistas, éstos alejados de ese enjambre de pasiones e intereses que rodea a cualquier congreso de partido. En Castilla-La Mancha los socialistas han producido un cambio silencioso, difícil y, posiblemente, eficaz. No era fácil. Bono y Barreda estaban ahí. Los dos han sido generosos dando a García-Page manos libres para poner el partido a punto para recuperar Castilla-La Mancha. El alcalde de Toledo ha tenido la inteligencia de enterrar a sus padres políticos con dignidad, pero sin notoriedad. Mientras, presentaba y ofrecía a Rubalcaba el apoyo y el afecto de su verdadero amor vivo, su madre: Gregoria. La imagen de los telediarios se cebó en esta imagen sincera y entrañable. Su padre, un sencillo y humilde encuadernador de imprenta, funcionario de la Diputación, plantó buena simiente, pero ya no verá las obras completas de su hijo. Tal vez, antes de morir, le explicaría la diferencia entre pasar de página y encuadernar una nueva edición. Eso es lo que ha hecho Emiliano con los socialistas de Castilla-La Mancha. El nuevo líder del PSOE que coqueteó con la posibilidad de una tercera vía en el PSOE en España, ha tenido la habilidad de generar una nueva encuadernación sin borrones en sus textos clásicos. A sus seguidores les ha marcado una nueva y sencilla tipografía: coger el teléfono a todo el mundo y patear Castilla-La Mancha los siete días de la semana. Dice que el PP no lo hace. ¿Será suficiente?