Griñán discutido por Carmen Gurruchaga

Los socialistas andaluces afrontan en marzo unas elecciones autonómicas con un partido desgastado por los casos de corrupción y destrozado por la derrota del pasado 20-N. Pero sobre todo, nervioso, muy nervioso ante el temor bastante cierto de perder las elecciones y el pánico a que el PP gane por mayoría absoluta. Y en lugar, de seguir el consejo de San Ignacio de Loyola y quedarse todos quietos hasta que pase la desolación, la oposición interna a Griñán prepara unas movilizaciones contra él con el fin de que se vaya cuanto antes.

Parte de los impulsores de estas protestas se hallan en Málaga, en torno a «Nueva Mayoría», un grupo al que pertenece Diego Martín Reyes, ex presidente de la gestora de Marbella y uno de los barones socialistas con más prestigio en esa provincia. Junto a él está el abogado Josele Aguilar, vicesecretario de los socialistas malagueños. Tienen la intención de organizar un acto en el que pedirán a Griñán que cambie definitivamente el rumbo del partido o que abandone antes de las autonómicas. Creen que así podrán remontar los pésimos resultados del domingo. También se está moviendo contra Griñán, con la intención de crear una candidatura propia, el en otros tiempos todopoderoso Luis Pizarro, ex «número dos» del PSOE andaluz, ex consejero de Gobernación y amigo de Manuel Chaves.

Y en el interregno, el congreso federal que probablemente aglutinará a la federación andaluza en torno a Rubalcaba y sobre todo impide que haya un congreso en Andalucía antes de las autonómicas. Por eso Griñán se mostró favorable a que el cónclave federal ordinario se celebrara antes de marzo y en Sevilla. Así él será candidato como secretario general de los socialistas andaluces.