Cataluña

«Pediremos una campaña para normalizar a las personas tartamudas»

El colectivo lamenta su dificultad para acceder al mercado laboral

El presidente de la Fundación Española de la Tartamudez, Adolfo Sánchez. El cartel conmemorativo del Día Internacional de la Tartamudez, que se celebra hoy
El presidente de la Fundación Española de la Tartamudez, Adolfo Sánchez. El cartel conmemorativo del Día Internacional de la Tartamudez, que se celebra hoylarazon

Barcelona- Hoy se celebra el Día Internacional de la Tartamudez, y el presidente de la Fundación Española de la Tartamudez, Adolfo Sánchez, cree que aún hay cosas pendientes para la plena normalización y aceptación de este colectivo en la sociedad. Sánchez explica a LA RAZÓN que «pediremos al Gobierno que salga del 20–N una campaña de normalización para las personas tartamudas, porque no somos raros, somos personas normales, lo único que pasa es que tardamos unos pocos segundos más para decir las cosas».

Uno de los grandes objetivos de la fundación que preside Sánchez es conseguir la normalización de los tartamudos en el mundo laboral, un hecho que, a su juicio, aún no se cumple. La ley que téoricamente obliga a que las plantillas de las empresas tengan un 2 por ciento de discapacitados o a ayudar económicamente a organizaciones o asociaciones de estos colectivos «se creó prostituida», denuncia Sánchez. Ser una persona tartamuda aún significa tener complicado el acceso a un puesto de trabajo

Sánchez lamenta que «nos sentimos muy desconocidos por la sociedad y marginados en el ámbito laboral». Las cifras le dan la razón. En España hay un total de 800.000 tartamudos, y el 80 por ciento de ellos están en el paro. El presidente de la fundación defiende que «podemos trabajar en cualquier ámbito, podemos ser bomberos, taxistas, funcionarios, cualquier cosa».

Queda mucho camino por recorrer para alcanzar la plena normalidad para el colectivo. Sánchez recuerda que «muchos de nosotros tenemos dos y hasta tres carreras universitarias, y algunas de estas personas están trabajando como reponedores en almacenes y supermercados». «Es por las entrevistas personales para conseguir el puesto», lamenta Sánchez, antes de añadir que «ser tartamudo es como ser calvo o alto, es únicamente una peculiaridad más».

Sánchez es una persona volcada en el trabajo de su fundación, que él mismo creó en 2002. Se ha avanzado, se han conseguido muchos logros, y entre ellos destaca la emotiva "Vidas melódicas", la primera obra de teatro protagonizada por tartamudos. La fundación dedica una especial atención a los niños, porque considera que la atención adecuada antes de los cinco años y el diagnóstico precoz son la única forma de triunfo contra la tartamudez.

Optimismo
De cara al futuro, Sánchez es optimista. «Confío en nuestro colectivo, porque vamos a movilizar la política, con el fin de conseguir normalizar la tartamudez». Lo dice un hombre cuyo lema es «la felicidad es posible dentro de la tartamudez, busquemos la felicidad y el resto nos vendrá dado por añadidura» y que está dedicando su vida a mejorar la vida de este colectivo.