Una vida nueva por Carlos LOZANO - Obispo anglicano de Madrid

«No os acomodéis a este mundo, transformaos y renovad vuestra mente para saber distinguir la voluntad de Dios, lo bueno, lo que le agrada, lo perfecto». Así reza el capítulo 12 de la Carta de San Pablo a los Romanos, la lectura clásica que escogieron los ya Duques de Cambridge y que ofrece el leccionario de la Iglesia Anglicana para las bodas. Los contrayentes además eligieron unos salmos tradicionales y, a mi parecer, muy correctos. Por su parte, el arzobispo de Canterbury procedió a la recepción de las promesas, mientras que el sermón lo dio el obispo de Londres, Richard Chartres, que mostró sus dotes de buen predicador.
La ceremonia contó con música de gran calidad, cuya función es, sobre todo, la alabanza y la adoración a Dios. El gesto de las manos unidas y la estola sobre ellas, anudándolas, no deja de ser un mensaje en nuestras sociedades posmodernas, donde hay tanto miedo a comprometerse, sobre todo entre los jóvenes. Toda la liturgia durante la boda buscó, en definitiva, pedir la dirección divina, la protección y la bendición de Dios para una vida nueva, la que ahora comienzan el príncipe Guillermo y su esposa.