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Periodicidad medida y meditada por Miguel Ángel Almodóvar

Periodicidad medida y meditada, por Miguel Ángel Almodóvar
Periodicidad medida y meditada, por Miguel Ángel Almodóvarlarazon

Alrededor de siete de cada diez españoles consumimos comida preparada ocasionalmente o con frecuencia, y lo hacemos, en más o menos un ochenta por ciento de los casos, por falta de tiempo. Lo del tiempo sería discutible o al menos opinable, pero no el creciente atractivo de la oferta, que en los últimos años ha mejorado sustancialmente en calidad organoléptica, variedad y seguridad alimentaria, otrora y en casos amenazada por algunas leisteriosis. En las estanterías de los supermercados hay una generosa paleta de platos ricos, nutritivos, sanos y sencillísimos de preparar. Algo que una empresa del sector resume en el eslogan: «Una opción para personas de paladar exigente y tiempo escaso». Y dicho así, la verdad es que suena muy bien, pero conviene recordar que toda la comida preparada necesita, indefectiblemente, de estabilizantes, colorantes y potenciadotes de sabor, en los que no es raro que se cuele el nefasto glutamato monosódico. Así que los platos preparados, nada que objetar excepto la periodicidad, que debiera ser escasa.