Oriente Medio

Netanyahu pide fe en el diálogo a sus ministros

El jefe del Gobierno israelí, Benjamín Netanyahu, dijo hoy a sus ministros en la primera reunión del Gabinete tras el inicio de las negociaciones directas con los palestinos que "el mundo árabe está maduro para la paz".

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madrid- El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dio ayer un «briefing» a sus ministros sobre los resultados de las primeras conversaciones directas con el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) en Washington después de 20 meses de estancamiento, y trató de contagiarles su incipiente entusiasmo por el proceso de paz.

«Es el momento de perseguir y alcanzar un acuerdo entre nosotros y los palestinos y extender la paz a un círculo más amplio», exhortó el primer ministro israelí. Consciente de cuáles son los límites y las líneas rojas de sus socios de gobierno respecto a un hipotético acuerdo, Netanyahu les instó a explorar «aproximaciones creativas» para sortear los viejos escollos. «Debemos sacar lecciones del pasado», pidió el primer ministro en referencia a los anteriores procesos fallidos porque, en su opinión, ahora «el mundo árabe está maduro para la paz». El líder del Likud resumió la cumbre de Washington como el principio de un «vínculo directo, fiable y con futuro», informa el periódico «Haaretz». Desde Egipto ayer se confirmó que las delegaciones israelí y palestina se encontrarán los próximos 14 y 15 de septiembre en Sharm el Sheij.

En esas fechas todavía quedarán once días para el vencimiento de la prórroga de diez mes que impuso el primer ministro israelí y de la que informó este periódico sobre la construcción de viviendas en Jerusalén Este para facilitar el inicio del diálogo de paz con los palestinos a fin de satisfacer las demandas de la Administración Obama. La extensión de la moratoria, sin embargo, levanta ampollas dentro de la coalición de gobierno y amenaza su mayoría parlamentaria. Netanyahu niega que haya tomado una decisión sobre este espinoso asunto.

Pero el partido Habayit Hayehudi, que suma tres escaños en el Knesset (el Parlamento), ha sido el primero en advertir que abandonará la coalición si el primer ministro decide paralizar definitivamente las construcciones. Habayit Hayehudi animó a los otros dos socios el ultranacionalista, Israel Beiteinu, y el ultraortodoxo, Shas, a sumarse a sus amenazas, según el rotativo «Jerusalen Post».

En el caso de que Habayit Hayehudi se marchara, la mayoría parlamentaria se reduciría de 74 a 71 escaños y dejaría en una posición de extrema debilidad al Ejecutivo. El Partido Laborista, con 13 diputados, podría forzar una crisis de gobierno y convocar elecciones. Es precisamente el ministro de Defensa laborista, Ehud Barak, quien presiona desde el otro lado para que no se eche a perder el frágil diálogo con los palestinos. Barak consideró ayer «improbable» que la moratoria se mantenga en los términos actuales, pero dejó entrever la eventualidad de una renegociación de los proyectos de construcción. El primer ministro, a su vez, se reunió con Lieberman (Israel Beiteinu) para persuadirle. La política, dicen, es el arte de lo posible.