«Tengo tres días para darlo todo»

Decía el libro de ruta que la mayor dureza de este Dakar aparecería con la llegada de la carrera a Perú, algo que sucedió ayer con una de las etapas más largas del recorrido. Este primer asalto en suelo peruano se lo apuntó Ciryl Despres, a quien le tocó golpear en el duelo personal que mantiene con Coma. Después de quedarse en el barro y ser «salvado» por los comisarios, Marc volvió a quitarle tiempo, pero ayer, el catalán dio un pasito atrás de dos minutos que deja el espacio entre ambos en 2:22.

Es sólo un suspiro, con toda la dureza que queda por delante, y la estrategia es clara: «Me quedan tres días para darlo todo. Sólo tengo que seguirle, pero será complicado porque va a tope», decía Coma, que no pierde la esperanza. Tanto él como Despres ya han hecho el cambio de motor previsto para el ecuador de la prueba, pero anoche, al ser etapa maratón, las motos no pudieron pasar por las manos de las asistencias para reemplazar las piezas que más sufren. La mecánica no debe ser decisiva, pero si algún problema técnico puede dar un vuelco a la clasificación, hoy debería ser el día.

En coches, Peterhansel se apuntó la jornada y aumentó su ventaja con Roma en casi cuatro minutos. Si en motos la sensación es que todo está por decidir, en la categoría de cuatro ruedas la cosa parece distinta. Es cierto que en el Dakar no hay nada seguro y que un imprevisto puede arruinar a cualquiera, pero hasta Nani ve difícil un error del líder de la general: «No me gustaría mucho ganar por el fallo de otro piloto. Hasta ahora, Stephane ha sido mejor que yo, debo reconocerlo», explicaba el español, que si no puede ganar, lo que espera en los próximos dos días es, al menos, asegurarse el podio. «La cosa va a andar reñida. Siempre ha sido así cuando he ganado en coches, así que estoy acostumbrado a lidiar con este tipo de presión», comentaba Peterhansel, cerca de su décimo título.