Cádiz

OPINIÓN: Arreglao pero informal

La Razón
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Mira que me gustan las Sevillanas de los bloques que Martirio cantaba con letra de Javier Ruibal. En la copla se relata la rutina de un matrimonio camino del hiper. Ella, con el chándal y los tacones, arreglá, pero informal. Y el marido, loco por terminar el infierno que cada sábado le propone su costilla, deseando que lo deje en paz para morir en el sofá, enchufado a Carrusel Deportivo. Pues ahora mismo me estoy imaginando a los protagonistas de la canción, con el carro, los niños y la mala leche a cuestas, en el preciso momento en que Gordillo y sus comandos irrumpen en el Carreful para levantarle al local media tonelada de productos por la cara y un nombre de no sé qué justicia social. Lo de Gordillo hasta ha sido una gracieta para sus compañeros de Gobierno. Pero si hace lo mismo media docena de inmigrantes, los palos llegan hasta Agadir. Y se te parece, te dejo algunas ideas, Gordillo mío, no sea que te apetezca seguir haciéndote el sabidillo. Y tampoco olvides que en Andalucía formas parte del Gobierno. Vamos, que una parte de los que mandan, entrando a llevárselo al centro comercial, dice mucho de la imagen que dáis. En bragas dejáis a los ERES falsos. Y por si acaso, ahí van algunas recomendaciones para futuras acciones. En el próximo Betis-Sevilla, podrías entrar al campo y llevarte los balones. En los Carnavales de Cádiz, no estaría mal dejar sin turutas a las comparsas y cuartetos en una rápida incursión sobre el escenario del Falla. Podrías dirigir también una avanzadilla sobre los puestos de la Feria de la gamba de Huelva, llevarte un pálet y defender al mismo tiempo el sector pesquero. Y las luces de la portada del Real en la Feria de Sevilla la noche del encendido para evitar gasto eléctrico. Tampoco estaría mal colarte en el AVE y comerte el bar en defensa del empleo público, o secuestrar a los monos del Peñón para reivindicar Gibraltar. Se me ocurren más, pero son tan patéticas como la que has organizado en los supermercados. Sólo espero que nadie te ría la gracia, Gordillo, porque no la tiene. Que haya alivio y sálvese el que pueda.