Barcelona
El cambio de imagen de la costa valenciana
Greenpeace denuncia el grave deterioro del litoral de la Comunitat Valenciana durante las dos últimas décadas
El fin del «boom» del ladrillo ha dejado paralizados aquellos proyectos urbanísticos que no pudieron ejecutarse antes de 2007. Aún así, la Comunitat Valenciana puede presumir, según Greenpeace, de haber ocupado durante los últimos diez años, los primeros puestos entre las autonomías que más ha maltratado su costa. El informe «Destrucción a toda costa 2010» revela que ya en 2005 el cemento cubría el 33 por ciento del primer kilómetro del litoral de la costa valenciana. Por provincias, Alicante se llevaba el resto, con un 49,3 por ciento, sólo superada por Málaga y Barcelona, seguida de Valencia con un 28,7 y de Castellón con un 23,5.De 2001 a 2005 en el litoral valenciano se construyó tanto como en toda su historia y, de cada cien euros producidos, 26 correspondían al sector de la construcción o al inmobiliario. A principios de esta década, en Castellón sólo quedaban 24 kilómetros sin urbanizar, en Valencia once y en Alicante 50. Aún así, se continuaron aprobando macroproyectos como el «Manhattan de Cullera», que preveía construir 33 rascacielos, en Torreblanca se proyectaron 46.000 viviendas y en localidades como Guardamar del Segura la población habría aumentado un 826 por ciento, si se hubiesen llevado a cabo los planes urbanísticos previstos.Uno de los mayores problemas, según denuncia Greenpeace, es que la gran mayoría de estas actuaciones se ha realizado a través de los Programa de Actuación Integrada (PAI). Figura, que a priori debe entenderse como extraordinaria. Pues bien, en el año 2000 se habían tramitado ya 1.830 PAI y antes de las elecciones de 2007 se aprobaron 200 más.Todas estas actuaciones se permitieron al margen de los planes generales de ordenación urbana, error que ahora intenta subsanar el Gobierno valenciano en la modificación de la ley urbanística.El resultado de esta frenética actividad urbanística ha tenido consecuencias en los tribunales. En 2007 el TSJ de la Comunitat Valenciana estudiaba casi 800 causas judiciales relacionadas con delitos urbanísticos y de ordenación del territorio. También paralizó programas tan emblemáticos como el PAI de Porxinos, donde el Valencia C.F. pretende construir su nueva Ciudad Deportiva, o el PAI de Parcent.Durante el año pasado, el TSJ estudió 169 casos de corrupción urbanística que han concluido con la imputación de 32 personas y otras 23 que ostentan un cargo público. Puertos y erosiónLa costa valenciana tiene aproximadamente un puerto deportivo cada once kilómetros. La primera consecuencia de estas instalaciones es el cambio en la dinámica del litoral que produce pérdidas de arena en las playas. La regeneración artificial de las mismas es una solución temporal. Según datos del Ministerio de Medio Ambiente, en la provincia de Valencia se trasvasaron 167.271 metros cúbicos de arena. Las actuaciones costaron 1.086.991 euros. La mayoría se obtiene de yacimientos marinos, práctica que degrada los bancos de arena, catalogados como hábitat de interés comunitario.
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