Una pinza para la nariz de Griñán

Han tenido que rectificar sobre la marcha y abortar la operación, pero en Granada era un grito a voces que el PSOE ya se había dirigido discretamente a Izquierda Unida para amarrar un pacto en la Diputación Provincial después de las elecciones de mayo. Diputaciones, por cierto, que Felipe González ha sugerido suprimir sin que ningún presidente de ninguna institución provincial andaluza haya dicho ni pío. Al parecer, andan más preocupados con las circulares internas de FAES. Pero volvamos a la izquierda unida de socialistas y comunistas. Aquí en Sevilla, el pacto también se da por hecho, hasta tal punto que el candidato del PSOE Juan Espadas, en un intento desesperado por marcar distancias, ha asegurado a sus electores que esta vez no cederá la delegación de Economía y Empleo a los de la hoz y el martillo. Ya veremos, porque tantas encuestas de distinto ámbito, tamaño muestral y orientación no pueden coincidir en equivocarse: en Andalucía, y muy probablemente también en España, el PSOE o gobernará con Izquierda Unida o no gobernará. Entre 1996 y 2004, en la comunidad, Manuel Chaves pudo apoyarse en el Partido Andalucista. El problema es que hoy los cementerios de la política rebosan de andalucistas llenos de buenas intenciones en lo que ha sido un error de estrategia garrafal, primero del propio PA obviamente, pero también de los socialistas como sobre todo de los populares, empecinados estos últimos en una apuesta al todo o nada. Y sin la bisagra del PA Arenas se puede quedar sin el poder y sin la gloria. En vez de haberlos absorbido debería haberlos mimado. El horizonte invita desde luego a la preocupación. Griñán, que cada mañana se perfuma con esencia de socialdemocracia, tiene preparada ya la pinza que habrá de colocarse en la nariz para soportar unos consejos de Gobierno donde Sánchez Gordillo le expondrá su plan de reforma agraria, donde Valderas en Medioambiente abogará por cerrar todos los campos de golf y donde Ignacio García al frente de Empleo propondrá que los parados de Delfi cobre todos tres mil euros mensuales netos sin precisar de más cursos de formación. Los altos funcionarios de la Junta –los mismos que han provocado el conflicto por la reordenación del sector publico– andan igual de entusiasmados que el presidente con la que se les viene encima. Y no le digo los inversores internacionales y los emprendedores del programa Andalucía Sostenible. Felipe González ya dijo en su día que Anguita y Aznar eran la misma mierda, pero pasa como con lo de las diputaciones. Los socialistas de aquí ni mú.