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Un sentido literario para la sordidez

Mankell escribió «Daisy Sisters» antes de triunfar con su detective Wallander

Un sentido literario para la sordidez
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Henning Mankell publicó «Daisy Sisters» en 1982, diez años antes de convertirse en una joven promesa de la novela policiaca sueca con «Asesinos sin rostro», donde aparecía por primera vez el famoso detective Kurt Wallander, un inspector agrio y meticuloso, con problemas de desa-rraigo y relaciones conflictivas con su familia, exponente crítico de la sociedad sueca en el momento de la crisis económica y el hundimiento del Estado del Bienestar. Unos hechos que aumentaron su crítica al Gobierno sueco e hicieron de Wallander un personaje todavía más melancólico y depresivo.
Crítica hiperbólica
Quizá sea la depresión la característica esencial de la literatura de Man- kell en consonancia con el declive socialista en los 90. «Daisy Sisters» es una parábola sobre la historia de la Suecia contemporánea vista desde la mirada de tres generaciones de mujeres erráticas que evolucionan al ritmo de la sociedad. La historia no deja de ser una crítica un tanto hiperbólica del país que resalta la miseria material y moral de sus habitantes, en tránsito hacia una modernidad que traería una crisis de valores. Para Mankell, la vida, como esta sociedad clasista, es una porquería. Los retratos de sus protagonistas tienen la viveza que les imprime un narrador vigoroso sobre un cañamazo neorrealista con tintes melodramáticos donde resalta lo peor de cada ser humano, cuanto lo degrada y margina, hasta el punto de la redención por la misericordia y no por los valores que encarnan. En ellos está implícita una desmesurada crítica de la miseria social y política sueca, el fondo cenagoso del lago que la metaforiza: la cara despiadada de una sociedad democrática sólo en apariencia perfecta. Al trasluz, el proletariado maltratado y la emigración explotada aparecen como víctimas del capitalismo. El problema de Mankell antes de Wallander es que sus novelas se quedan en historias sórdidas, sin otro objetivo que la denuncia social, un tanto desfasada ya en los 80, y un feminismo militante directamente proporcional al menosprecio que siente por el varón opresor. Es curioso, pero en este tránsito hacia la novela negra ocurre algo crucial: al integrar ese mundo deprimente en una trama policiaca y crear un detective desengañado pero moralmente estricto, esa sordidez y desesperanza adquieren sentido literario y Wallander se convierte en un referente esencial de la escuela policiaca nórdica.


Sobre el autor
Internacionalmente conocido por su serie del inspector Wallander, protagonista de nueve soberbias novelas policiacas
Ideal para...
fans incondicionales de Mankell que quieran descubrir qué y cómo escribía antes de Wallander
Un defecto
Los excesos melodramáticos y la deriva errática de la novela
Una virtud
Los destellos narrativos y el vigor descriptivo de algunas escenas
Puntuación: 6


«Daisy sisters»
Henning Mankell
tusquets
520 páginas. 20 euros.