Alcalá-Zamora recupera la voz

La cinta estaba metida en una caja de latón. La caja de latón escondida en un agujero en la pared. El agujero en la pared disimulado con una capa de masilla. La capa de masilla oculta tras un armario. Y el armario convenientemente colocado a salvo de los intrusos. Pero, claro, todo eso no lo podía sospechar la cuadrilla de obreros –mono de trabajo, pico y pala– que aquella mañana del pasado mes de marzo acudió a la casa del ex alcalde republicano de Priego (Córdoba), Francisco Adame, para derribar, como le habían encomendado, una de las plantas del inmueble. Menos mal que estaba allí el nieto del regidor, que sabía que su abuelo guardaba, en algún rincón, una preciada cinta de vídeo que su vecino, amigo y correligionario Niceto Alcalá-Zamora, primer presidente de la II República, le había encargado custodiar desde su exilio en Escandinavia.

Una joya sonoraPara sorpresa de todos, al fondo de la pared, como quien desenreda las capas de una cebolla, apareció la cinta guardada en una caja con la bandera republicana. Su contenido son 21 minutos y 31 segundos de un noticiero de los primeros meses de la República, realizado por la Fox Movietone y titulado «El amanecer de una Nueva Era en España, 1931», que Alcalá-Zamora había guardado en su casa. En él aparece un material inédito –sobre todo sonoro–, como un discurso del presidente o del socialista Indalecio Prieto, los ensayos para un nuevo himno republicano o el mitin de Victoria Kent tras tomar posesión de Prisiones. Todo un regalo para los historiadores. La cinta, cuyo hallazgo fue presentado ayer, será digitalizada por Efe.Realmente, resulta difícil decidir qué es más fascinante en todo este hallazgo. Quizás, el papel del protagonista, Alcalá-Zamora, el mismo del que hace medio año la Guardia Civil recuperó todo su archivo personal robado (1.200 documentos llamados a aclarar algunas sombras previas al estallido de la Guerra Civil), y que parece empeñado en reescribir, «postmortem», los momentos más delicados de nuestra Historia. O, quizás, las tribulaciones de la cinta, que los falangistas del pueblo buscaron con denuedo durante meses junto a otros objetos del ex presidente republicano. «Durante la guerra, Adame gozó de cierta protección por parte de Queipo de Llano, cuñado de Alcalá-Zamora. Pero cuando el golpista cayó en desgracia, los falangistas entraban continuamente a destrozar la casa, con la banda de música, hasta el punto de que sus dueños dejaban ya las puertas abiertas», explica Francisco Durán, director del Patronato Alcalá-Zamora, que insiste en el verdadero drama de este ex presidente, católico y republicano, odiado por unos y otros. Su memoria la violentaban los falangistas de su pueblo. Los 1.200 documentos personales los robaron de una caja fuerte por orden de Santiago Carrillo. «Es la tragedia de un centrista», concluye Durán.

UN MITIN CON ACENTO CORDOBÉSHasta ahora sólo se conocían dos declaraciones de Alcalá-Zamora, guardadas en el Archivo de la Palabra de Madrid. Por eso es tan valioso el noticiero recuperado, entre otras cosas para comprobar que el ex presidente conservó hasta el final su marcado acento cordobés.