Alerta en el PAU de Carabanchel

Madrid- La oleada de robos, atracos, asaltos y alunizajes que se repite desde hace meses en el PAU de Carabanchel, ha desatado todas las alarmas entre los vecinos y comerciantes del nuevo barrio. Tiendas de electrodomésticos, farmacias, sucursales bancarias, restaurantes... Son muchos los negocios que han sufrido en sus entrañas la dureza de estos sucesos, como la farmacia ortopedia de la calle Patrimonio de la Humanidad que, en apenas dos años, ha sido asaltada siete veces. Parece que los ladrones no tienen ningún reparo en lanzarse al atraco, «como aquella vez en la que nos rompieron la vidriera –de 18 milímetros– para llevarse una caja de preservativos», comenta Gloria, la dueña de esta farmacia familiar.Dispositivos de seguridadPero no es el único caso. La avenida de la Peseta concurre paralela a la anterior. Allí también hay farmacias, uno de los destinos preferidos por los ladrones. Pilar es la dueña de este negocio y siente verdadero «miedo, porque no sabes en que plan viene el que entra por la puerta, a mí hasta me han sacado un cuchillo». En los cuatro años que lleva en el PAU ha sufrido dos atracos y un alunizaje.Para intentar protegerse de los delitos, que suceden tanto de día como de noche, todo vale. En este sentido, los comerciantes han instalado cámaras de vigilancia o «anti-alunizajes», por no hablar del sistema de toda la vida: el boca a boca. «Cuando pasa algo, avisamos al resto de los comercios por teléfono para que estén prevenidos», comentaba Pilar. Una de las medidas que reclaman es que «aumenten los coches patrullas –comenta Pilar–, hay que tener en cuenta que el PAU es como otro barrio, y la Policía no da a basto».Al buscar el motivo de por qué se concentra en esta zona tal cantidad de robos, parece bien sencilla, «aquí tienen la M-40 a un minuto, es muy difícil que los pillen» señala Gloria, que coincide con el resto de vecinos en que hay vías rápidas de escape en la zona.Carabanchel no es el único nuevo desarrollo afectado por una ola de delincuencia contra sus comercios. También en Las Tablas, Sanchinarro y, más recientemente, el Ensanche de Vallecas, los vecinos se quejan de la inseguridad ante las violentas bandas de atracadores.