Cataluña

Basagoiti: «Se me caería la cara de vergüenza si me hubiera reunido con gente que ampara el asesinato»

Por primera vez se postula como candidato a lendakari. Sabe que las circunstancias no le ayudan, pero tiene claro que el objetivo principal es, después de 30 años, echar al PNV del Gobierno autonómico. Y para ello se ofrece como alternativa para cambiar el paisaje político vasco.

Basagoiti: «Se me caería la cara de vergüenza si me hubiera reunido con gente que ampara el asesinato»
Basagoiti: «Se me caería la cara de vergüenza si me hubiera reunido con gente que ampara el asesinato»larazon

Toda una vida de lucha contra ETA desde la política le avalan como garante de futuro para un País Vasco hastiado de proyectos megalómanos y propuestas a punta de pistola. Su oportunidad llega en un ring en el que es el tercero en discordia, la llave de Zapatero para, de una vez por todas, acabar con la hegemonía nacionalista. Pero no descarta sorpresas, su objetivo es ser lendakari, ganar las elecciones, demostrar que el PP es la única opción real del cambio, porque el PSE, asegura, siempre tiene dos caras. Tras coger las riendas de los populares vascos en su momento más convulso, Basagoiti se ha hecho con el control y afronta los comicios del 1 de marzo con la ilusión del debutante pero con la experiencia que le dan sus muchos años en la primera línea de la política vasca.

–¿Cómo se enfrenta un primerizo al asalto a la Lendakaritza?
–Siento bastante responsabilidad y sé que es un reto muy complicado. No tengo el viento a favor y tengo dificultades por la polarización de la campaña entre el PNV y el PSE, y porque partimos los terceros y en las últimas ocasiones lo hacíamos los segundos. Pero noto que el PP vasco está volcado en que consigamos un buen resultado para decidir el futuro del País Vasco y noto que los vascos tienen ganas de otra cosa.
–El problema para ustedes es que el cambio no se dirige tanto hacia el PP como hacia el PSE...
–El PSOE viene de tener unos excelentes resultados en las generales, parte de la segunda posición y gobierna en Madrid... Tiene todas las ventajas que teníamos nosotros hace ocho años. Pero nuestro mensaje tiene espacio porque el PSOE no garantiza el cambio. Nadie descarta que pueda pactar con el PNV. Yo garantizo que todos mis escaños los dedicaré a quitar a Ibarretxe, y el PSE no puede garantizar eso.
–¿Qué hueco real queda en medio de PNV y PSE para el PP?
–El PNV es el mantenimiento del poder, pero es que el PSE puede ser también el mantenimiento del PNV. Todos aquellos vascos que creen que la solución es que se deje de gobernar desde la radicalidad, tienen al PP. El espacio que tenemos es el que deja el PSE porque todo el mundo sabe que puede hacer cualquier cosa, como regalar la Diputación de Álava al PNV, o el Ayuntamiento de Guecho, o como aprobar los Presupuestos de Ibarretxe hace unos días. No hay ninguna posibilidad de que nosotros pactemos con Ibarretxe, y sí la hay de que lo haga el PSOE.
–¿Cómo interpreta la decisión del lendakari de hacer coincidir las elecciones vascas con las gallegas el 1 de marzo?
–Hay que partir de que Ibarretxe es una persona que muy pocas veces reflexiona como lo hacemos el común de los mortales. Él lo hace porque cree que está designado por una mano divina para llevar al pueblo vasco a la independencia. Dicho esto, al PNV le asusta mucho la crisis, porque los datos que están llegando al País Vasco son desastrosos y a medida que avancen los meses van a ser aún peores. El PNV tiene responsabilidad sobre la situación económica en el País Vasco porque se está dedicando a las peleas, a los tribunales y a los referéndums y no a lo que tienen que estar, que es a la economía.
–La opción del Partido Popular para el objetivo de echar al nacionalismo pasa hoy por el PSOE, guste o no guste.
–Yo sé que lo más importante no son las tácticas de los partidos. Lo más importante es que se vaya a la oposición el PNV y se pueda gobernar desde parámetros distintos: desde la tranquilidad para cumplir las normas de convivencia que son el Estatuto y la Constitución, que nos dan estabilidad y progreso, y para legitimar el Estado de Derecho y acabar con ETA desde el Gobierno vasco. Yo no soy un sectario ni tengo complejos para pactar con el PSOE. La función del PP en estas elecciones va a ser convencer a los socialistas de que es necesario ese cambio, y como mejor se les convence es con escaños y con muchos votos. Si se vota al PSE, se vota a que pueda hacer cualquier cosa. Si se vota al PP, es dar argumentos para convencerlos del cambio.
–Las encuestas dan un empate técnico entre PNV y PSE. De seguir así, ¿apoyaría a Patxi López como lendakari?
–Encuestas como el Euskobarómetro siempre dan más al PSOE de lo que saca y menos al PP. Lo bueno del último barómetro no es el resultado de los socialistas, es que la suma de los dos da mayoría siempre a los constitucionalistas. Yo no descarto apoyar a Patxi López, pero él sólo estará dispuesto a sustituir a Ibarretxe si el PP está fuerte. Por tanto, lo que hay que hacer es estar con el PP para poder convencer al PSE.
–El Gobierno central necesita al PNV en el Congreso para sacar adelante sus proyectos. ¿Cree que ese condicionante puede marcar la decisión de López sobre con quién pactar?
–El gran riesgo que tiene la alternativa al nacionalismo es el interés de Zapatero en tener estabilidad en el Congreso de los Diputados. Y el gran riesgo que tiene la alternativa en el País Vasco es que el PSOE siempre opta por el nacionalismo allí donde está, sea Galicia, Cataluña, o donde sea para intentar hacer un eje socialista-nacionalista y dejar al resto al margen. El PSOE debe sacudirse sus complejos. Aquí no pone en riesgo la convivencia quien apuesta por la Constitución o la derrota del terrorismo, sino Ibarretxe. La ventaja que tengo yo sobre Patxi López es que yo no tengo complejos de pactar con él y él sí de pactar conmigo.
–¿Ha hablado con Patxi López sobre el día después del 1-M?
–No, de ese día aún no he hablado. He hablado del día antes, y de las conversaciones que he tenido con él me confirma que puede hacer cualquier cosa. Por eso sé que mi papel en estas elecciones es el de convencer al PSOE.
–El pacto del PSOE con el PNV para salvarse mutuamente los presupuestos ¿Contenía letra pequeña?
–Yo creo que incluía el intento por parte de ambos de taparse las vergüenzas en cuanto a dos presupuestos malos. Y eso puede ser más, puede ser un pacto de gobierno posterior, por eso digo que no nos podemos fiar del PSE.
–¿Por qué ha perdido fuelle el PNV en esta Legislatura?
–Porque la sociedad vasca no está donde está el lendakari. El gran error de Ibarretxe es creer que toda la sociedad, o la mayoría, está con él en las propuestas del referéndum, de la independencia a plazos y de los buenos miramientos con Batasuna. La gente está en llegar a fin de mes, en que quiere tener vacaciones en el sur de España y en llevarse bien con su vecino del cuarto. Y lo que ha perdido el PNV es la moderación y la centralidad. Hace diez años, cuando se presentaron Nicolás Redondo y Jaime Mayor jugaron mucho con el miedo, con el que vienen, y ahora quien da miedo es Ibarretxe.
–¿Qué papel puede jugar la izquierda abertzale?
–Yo no dudo de que pueda intentar presentarse. Pero confío en que en esta ocasión el Gobierno de Zapatero no lo analice desde un punto de vista táctico-electoral como hizo en las municipales, porque eso supone un defecto del Estado de Derecho que luego es difícil de compensar. Si seguimos dándoles margen, actuando el ministro o el Gobierno cuando le conviene, será imposible acabar con ETA. Es mucho más importante que se haga pedagogía en este sentido de derrotar al terrorismo que la cuestión de si sacamos un escaño más o menos el Partido Popular o el Partido Socialista. Vamos a exigir siempre que se cumpla la Ley de Partidos.
–¿Y ETA?
–Querrá hacerse presente en las elecciones y me temo que algo hará. La puerta abierta que le queda a la banda es la coincidencia de fines con el Gobierno del PNV. El cambio político en el País Vasco es fundamental para acabar con ETA, no sólo como golpe moral sino porque acabaría con sus fuentes de financiación.
–Es usted el único de los tres principales candidatos que no se va a sentar ante el juez en los próximos días...
–Sí, y me alegro mucho de ello, porque se me caería la cara de vergüenza si me hubiera estado reuniendo con gente que ampara el asesinato o que incluso lo ha practicado como Otegi. Yo nunca jamás pasaré la línea de legitimar a Batasuna o darle fuerza moral. En el juicio de los próximos días vamos a ver cómo el lendakari hace victimismo diciendo que él quiere dialogar con todos y el Estado le persigue y vamos a ver cómo el PSE no es de fiar, un día negocia con Batasuna, otro día dice que quiere la alternativa y pasado que quiere derrotar al terrorismo. El juicio va a ser la demostración de que Ibarretxe está pasado de vueltas y de que Patxi López puede hacer cualquier cosa.
–¿Es un juicio de campaña?
–Lo van a intentar usar en ese sentido, pero la gente no es tonta. Cuando uno incumple la ley puede vérselas con un juez, y la ley es igual para un lendakari, para un secretario general del PSE y para un fontanero.
–¿Qué papel ha podido jugar la negociación con ETA en la actual situación boyante en las encuestas de los socialistas vascos?
–En el fondo, el PSE, como no tiene unos principios tan sólidos como el PP, la utilizó para caer bien al ámbito nacionalista y puede que tenga algún rédito por ahí. La negociación fue una bocanada de aire fresco para los malos, un balón de oxígeno a los batasunos. Pero eso ya no da éxitos. Hasta Zapatero se ha dado cuenta de que con ellos no se puede negociar.
–¿Qué ofrece el PP a los vascos?
–Ser la única garantía de que va a haber cambio. Y ofrece dos cosas fundamentales: libertades, que cada uno pueda estudiar en la lengua que quiera, que cada uno pueda vivir en el pueblo que quiera, que deslegitimemos el terrorismo. Ofrecemos la estabilidad política para que la gente venga a invertir, la libertad económica para que se cree empleo. Ofrecemos libertad y trabajo. Y el Partido Popular debe ser lo que es, una formación que defiende lo local y lo nacional, sin perder ninguna de las dos perspectivas. Tenemos una ventaja sobre nuestros rivales, y es que el Partido Socialista defiende una cosa en cada sitio.
–¿Se ha cansado el vasco de a pie de referéndums, derechos a decidir y Euskal Herria?
–La gente no está en eso. El gran error del lendakari cuando convoca el referéndum es creer que la sociedad vasca se va a echar a la calle a defenderle. El problema es que Ibarretxe se cree que en 2001 ganó porque el pueblo vasco estaba con él en la independencia y actúa en plan Moisés desde entonces. Y la gente no quiere Moisés, quiere lendakaris normales que le solucionen sus problemas cotidianos.

«Yo siempre tendré la puerta abierta a María San Gil»
–¿Hay muchas diferencias entre la candidatura que encabezó María San Gil y la suya?
–En cuanto a personas no. En cuanto a principios tampoco, nosotros estamos en la derrota del terrorismo. Sólo la hay en que la situación en esta ocasión es más complicada, porque partimos de la tercera posición. Yo voy a aportar muchísima ilusión, y la prioridad es conectar con los vascos que quieren ese cambio para que se den cuenta de que aquí el único cambio es el Partido Popular. Otra cosa es tirar el voto a la basura o aumentar las opciones del PNV .
–¿Hay una puerta abierta a María San Gil en ese futuro?
–Yo siempre tendré la puerta abierta a María San Gil.
–Ya, y si quiere... que entre, ¿no?
–Eso es.
–¿La elecciones vascas son también un examen para Rajoy?
–Yo creo que no. Nos jugamos algo mucho más importante que una buena opción de Rajoy. Nos jugamos sustituir a un nacionalismo que está en el independentismo, nos jugamos defender unas libertades y que la gente pueda elegir idioma, nos jugamos deslegitimar y derrotar a ETA, nos jugamos algo mucho más allá que los gustos de un partido político. Yo estoy con Rajoy, es el presidente del Partido Popular, lo está haciendo muy bien pese a las pruebas constantes a las que le someten, pero aquí no se juegan las tácticas sino los principios y los valores, nunca cuestiones personales.