Roma

Berlusconi premia a LAquila con la próxima cumbre del G-8 en Italia

El cambio servirá para lanzar un mensaje de esperanza y permitirá el ahorro de 220 millones de euros.

Berlusconi premia a L'Aquila con la próxima cumbre del G-8 en Italia
Berlusconi premia a L'Aquila con la próxima cumbre del G-8 en Italialarazon

Roma- Silvio Berlusconi mueve ficha y avanza tres casillas. Con la decisión de celebrar la cumbre del G-8 en L'Aquila, y no en la isla sarda de La Maddalena como estaba previsto, el primer ministro italiano coloca a la ciudad del terremoto en el centro de la atención internacional, ahorra fondos que serán utilizados para la reconstrucción y neutraliza la amenaza de los movimientos antiglobalización.La decisión de cambiar la sede de la reunión del G-8 del próximo mes de julio fue tomada ayer en el Consejo de Ministros celebrado en la propia ciudad de L'Aquila. Aunque ya se han iniciado los trabajos para hospedar a los líderes internacionales en la pequeña isla del norte de Cerdeña, el Gobierno considera que el traslado es factible y que permitirá ahorrar 220 millones de euros. «Será un mensaje de esperanza», dijo Berlusconi, quien prometió que el dinero que no se gastará en la isla de La Maddalena será destinado a la recuperación de la zona devastada por el terremoto de hace dos semanas. Muestras de apoyo«Il Cavaliere» espera que los jefes de Gobierno del G-8 acudan a L'Aquila se conmuevan por la tragedia y se decidan a colaborar en la reconstrucción. Estados Unidos ya se ha comprometido a sufragar la rehabilitación de las iglesias y varios países de la UE aseguran que se harán cargo de los edificios con valor artístico. La cumbre, no obstante, será un momento incomparable para hacerse con nuevas donaciones que impulsen las obras necesarias para que la ciudad de L'Aquila y su provincia puedan recuperar la normalidad. Para que el G-8 se reúna en L'Aquila el Gobierno italiano necesita el visto bueno del resto de naciones de este exclusivo club. De momento, Estados Unidos y Gran Bretaña ya han dicho que están de acuerdo y no se espera que los otros países se muestren contrarios. Todos los presentes, además, se beneficiarán del halo de solidaridad que desprenderá la cumbre al celebrarse en la ciudad destruida. Con este ambiente es improbable que los activistas antisistema protesten con la vehemencia que han mostrado en otros encuentros. «No creo que los antiglobalización tengan las ganas, la cara ni el corazón de hacer manifestaciones duras», señaló Berlusconi. El Consejo de Ministros italiano celebrado ayer también decidió dedicar 8.000 millones de euros a la zona que ha sido devastada por el terremoto. De ellos, 1.500 millones serán dedicados a afrontar la emergencia y necesidades más urgentes. Los 6.500 restantes costearán la reconstrucción.