Asturias

Bienvenida Madame Carla Bruni

Quedan menos de 48 horas para que tenga lugar la cumbre hispano-francesa en Madrid. Sin embargo, la atención, una vez más, se centra en la agenda y los diseños que lucirá no el presidente francés, sino su esposa, Carla Bruni

Bienvenida Madame Carla Bruni
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El lunes es el gran día. Los Sarkozy aterrizan en España. Y quizá sería mucho decir que se les recibe «con alegría» como a los americanos de la película de Berlanga. Sí es seguro que la expectación roza máximos, y a estas alturas tampoco extraña que no sea la persona del presidente de la República quien la suscite – aún menos tras los desatinados comentarios sobre la inteligencia de su colega español, José Luis Rodríguez Zapatero– sino su esposa y primera dama de Francia: Carla Bruni.El viaje de Estado del matrimonio elíseo va a ser relámpago. Apenas dos días, pero aunque se les espera oficialmente pasado mañana, a nadie sorprendería que, a estas horas, Nicolas y Carla Sarkozy, estuvieran ya disfrutando de una romántica escapada bajo el sol en alguna playa del litoral español. De Marbella a la Costa Brava. Es una mera elucubración, pero no demasiado descabellada si se repasan las últimas visitas de la pareja presidencial francesa a Brasil o México, donde antes de comenzar el programa oficial recargaron las pilas en las arenas brasileñas de Itacaré, cerca de Bahía, o en las oceánicas aguas de Manzanillo.Nada sería en todo caso más relajante y recomendado a aquella a la que a partir del lunes pasará revista el mundo entero. La Prensa afila ya su pluma; los fotógrafos sus objetivos, mientras las peticiones se disparan para asistir a la cena de gala que ofrecerán los Reyes en el Palacio Real o para colarse entre los «happy few», los escogidos, que podrán compartir el cóctel de recepción organizado por la Embajada gala en Madrid.Hace poco más de un año, la «première dame» de Francia se estrenaba en tierras británicas frente a Su Graciosa Majestad. La imagen de Carla B. descendiendo la escalerilla del avión presidencial, a modo de una Jackie Kennedy a la francesa, es una de esas que quedan en la retina. Y también en los archivos de la historia reciente. El momento podría de nuevo revivirse ahora.Entonces sorprendió con un abrigo de lana y jersey gris claro, entallado, acompañado de un bolso de cuero negro, guantes y un «pillbox» a juego. A buen seguro y para esta ocasión, Bruni habrá prescindido de los tejidos invernales. La acogida española se antoja, por su temperatura, más cálida, y aunque es imposible vaticinar con qué sorprenderá, sí se puede intuir de qué básicos estará compuesto su guardarropa. Abrigo largo y ceñido, pantalón recto de tonos oscuros, alguna prenda de color malva o morado, gama que la franco-italiana ha puesto de moda, alguna falda ligeramente evasé y las ultraplanas pero siempre elegantes «ballerines» o manoletinas, para acoplarse a la altura de su marido y presidente.En este tiempo, Bruni ha sabido forjar para su nuevo oficio un estilo propio «made in France». A las siluetas de Dior reinventadas por el británico de origen gibraltareño, John Galliano, convertido en diseñador de cabecera, se suman las creaciones del revolucionario Jean Paul Gaultier para la clásica Hermès y quizá alguna pieza de jóvenes promesas como Alexis Mabille, un fanático de las pajaritas. De todos modos, asegura «no reventar» el presupuesto comprando alta costura. «Prácticamente, sólo llevo prêt-à-porter», declaraba recientemente en una entrevista. Junto al «prêt-à-porter», de lujo, por supuesto, cabe imaginar el atuendo deportivo, porque la pareja es aficionada a quemar el asfalto o a batir la tierra en largas sesiones de «jogging». Con lo que no sería de extrañar cruzarse a los Sarkozy desfilando al trote por el parque del Retiro o la Casa de Campo. Un año de rodajeTras un año de aprendizaje, la «first lady» gala parece más cómoda, menos titubeante. Más curtida en las artes del buen consorte, aunque Bruni reconoce que aún le queda mucho y sigue confesando «hacer todo lo que puedo y lo mejor que puedo para estar a la altura». En estos dos días podrá demostrarlo en sus distintas apariciones públicas y privadas. Una de las más esperadas, la que la inmortalice junto a la princesa de Asturias, Doña Letizia, con quien las comparaciones serán inevitables y obligatorias. De hecho, la Prensa gala se hacía ayer eco del «cara a cara» del que van a ser protagonistas, como si de un torneo estético se tratara, y del que los medios mundiales esperan sacar punta con fruición.Según la agenda oficial de la Familia Real, el matrimonio será recibido el lunes en Madrid a las doce y cuarto del mediodía con honores de ordenanza por Sus Majestades los Reyes en el Palacio del Pardo. Después del recibimiento militar, Carla Bruni y Nicolas Sarkozy asistirán a un almuerzo en el Palacio de La Zarzuela al que también asistiran los Príncipes de Asturias. Será un encuentro privado lejos de las cámaras que horas después comenzarán a comparar el estilo de las dos damas, Doña Letizia y Carla Bruni, ya que horas después el Palacio Real acogerá la cena de gala, con invitados como Pedro Almodóvar y el torero Sebastián Castella. Será el momento de los discursos oficiales y la prueba de fuego para Bruni y Doña Letizia.El martes a primera hora de la mañana, Carla acompañará a su marido en la visita institucional que realiza a las Cortes Generales en la cumbre hispano-francesa programada para esa tarde. Diputados y senadores escucharán juntos en el Congreso la alocución de Sarkozy que su esposa y el resto de miembros de la delegación francesa seguirán desde la tribuna de invitados. Visita al Reina SofíaTras abandonar las Cortes, la Reina ejercerá de guía para la primera dama gala en el Museo Reina Sofía, donde además de la colección permanente, podrán disfrutar de la retrospectiva del escultor Juan Muñoz inaugurada el martes pasado.Después, almorzará con Sonsoles Espinosa, esposa de Zapatero, y viviremos un nuevo duelo de damas. Por otra parte, todavía está sin concretar en la agenda de Carla Bruni su participación en algún acto de tipo solidario, como suele incluir en todas y cada una de sus visitas. No en vano, esta misma semana se ha conocido su intención de crear una fundación para los sintecho, los reos y los discapacitados.Y, para honrar a la pareja antes de su llegada, el Gobierno aprobó ayer agasajar al matrimonio presidencial con el Collar de la Real y Distinguida Orden Española de Carlos III.