Cerco a la corrupción

Camps niega haber recibido trajes o que influyera en contratos

«Tenía muchas ganar de poder contar la verdad y ya la he contado», asegura el presidente valenciano / «El Bigotes» niega que le haya regalado ningún traje 

La Razón
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El presidente de la Generalitat valenciana, Francisco Camps, prestó ayer declaración ante el juez del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana que instruye la causa de la denominada «trama Gürtel» por un presunto delito de cohecho. El jefe del Gobierno contestó durante cerca de una hora a todas las preguntas del juez y de los abogados de los otros cuatro imputados, y dijo a su salida del Palacio de Justicia que estaba «satisfecho» después de haber contado «toda la verdad» al juez, José Flors.

 

Según fuentes cercanas al caso, el presidente dijo al juez que no recibió ningún traje como regalo, y que pagó todos los que se hizo, aunque no concretó si en efectivo, y, al parecer, no guarda facturas.

 

También negó tener poder de decisión en las adjudicaciones, ya que «todos los días se hacen decenas en la Administración».

 

Camps llegó a la cita antes de las nueve de la mañana, pese a estar citado a la diez. Le acompañaban los tres vicepresidentes del Consell, Vicente Rambla, Gerardo Camps y Juan Cotino, y la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá. Alrededor de trescientas personas vitorearon al jefe del Ejecutivo tanto a su llegada como a su salida del TSJ.

 

Camps dijo estar «muy contento y satisfecho porque tenía muchas ganas de contar la verdad y ya la he contado».

 

Parco en palabras, añadió que «a partir de ahora el procedimiento continúa y confío plenamente en que termine pronto y termine muy bien».

 

Los tres vicepresidentes y la vitoreadísima Rita Barberá volvieron a escoltarlo hasta su coche, con el que partió hacia un acto oficial, ya que el presidente tuvo ayer una agenda completamente normal.

 

Vicente Rambla aseguró que «sí que lo esperábamos porque toda la gente habla de la verdad y sabe la verdad». Sin embargo, Gerardo Camps se mostró muy sorprendido ante la afluencia de seguidores.

 

Pleno apoyo

 

Juan Cotino añadió que «siempre vengo a apoyar a Camps. Queríamos decir la verdad y hoy hemos podido decirla», y ante la pregunta de si le había visto tranquilo respondió: «¿Por qué no tenía que estarlo si va con la verdad a todas partes?». A continuación, le tocó el turno a Rafael Betoret, ex jefe de Gabinete de la Consejería de Turismo, que entró en el Palacio de Justicia con la preocupación marcada en su rostro y que no quiso hacer declaraciones a su salida, cuarenta minutos después.

 

Diez minutos antes de la doce llegó Álvaro Pérez, gerente de Orange Market, y salió sobre las 12:40. «El Bigotes», que había dicho que haría declaraciones a la salida, se limitó a decir: «Sólo quiero manifestar que sigo respetando al tribunal y que yo –enfatizó– sigo respetando el secreto del sumario». Aseguró que estaba «muy tranquilo» y que había declarado 20 minutos. Fuentes cercanas al caso informaron que Pérez negó a preguntas del juez haber regalado trajes a Camps.

 

Mientras se sucedían las declaraciones en el interior del Palacio, la espera y el calor en el exterior hacían que la tensión aumentara por momentos. Los centenares de simpatizantes del PP que esperaban a las puertas del TSJ, incluidos cargos públicos, no cesaron de corear consignas como «Yes, we Camps» o «Camps, president». Enfrente, no más de una decena de personas lanzaban gritos de «sinvergüenzas».

 

Esta tensión degeneró en altercados en varias ocasiones. El primero de ellos se produjo cuando cuatro miembros de la Intersindical Valenciana elevaron con globos una pancarta en la que se leía «Amiguito del alma, ¿qué hay de las privatizaciones?». No había llegado a desplegarse del todo cuando un simpatizante del PP la arrancó de cuajo y salió corriendo con ella. A continuación, los sindicalistas elevaron con los mismos globos un saco. En poco tiempo, dos simpatizantes del PP pincharon dos de los cuatro globos y también salieron corriendo. Además del fallido artilugio volador, los sindicalistas también portaban dos bigotes gigantes.

 

Pese a la estrecha vigilancia a la que sometió la Policía a las dos partes, ésta no pudo evitar que varios partidarios de los imputados agredieran a una persona ya de cierta edad que se paseó ante ellos con una «senyera» con crespón negro y un cartel de «Camps dimite ya». También otro joven de los concentrados pegó una palmada a una mujer mayor que tanto ayer como el martes, insultó a voz en grito a Costa y a Camps.

 

El hombre de las facturas doblesEl sastre de Forever Young, José Tomás, prestará hoy declaración a las once de la mañana en el TSJ valenciano. José Tomás acude como testigo, ya que su imputación por falsedad y estafa no se instruye en Valencia sino en Madrid, a las órdenes del propio juez Garzón. Tomás fue denunciado por su propia empresa después de despedirlo «disciplinariamente» acusado de llevar una doble facturación, algo que denunciaron a la empresa sus propios compañeros. Al parecer, y según fuentes del PP, el sastre hacía facturas a cuenta de servicios que cobraba en efectivo. Tomás se contradijo varias veces al decir que Camps no pagaba los trajes y luego que sí lo hacía.