Carod quiere abrir en Quebec otra embajada

«Bon soir, je suis trés content d'étre ici ...». Quien está contento de estar aquí –en la conmemoración del décimo aniversario de la oficina de Quebec en Barcelona– es Josep Lluís Carod Rovira. El vicepresidente de la Generalitat de Cataluña hizo ayer de maestro de ceremonias de la fiesta que la comunidad «québecoise» de Barcelona celebró en el Palau Moja. Como gesto de fraternidad entre Cataluña y Quebec. «dos naciones sin Estado», Carod empezó su discurso hablando en francés. El guiño de la lengua sólo fue un preludio del masaje que Carod dio al Quebec, el espejo en el que ERC y también CiU se miran desde hace años. Nueve días después de que el gobierno catalán aprobara la apertura de una nueva embajada en México, Carod avanzó ante las autoridades de Quebec en Barcelona que quiere abrir a corto plazo una delegación política en la región francófona de Canadá. «De momento, estamos en Nueva York», recordó, donde comparten edificio con la oficina de Quebec. Las oficinas que Cataluña tiene en el extranjero no son exactamente embajadas, porque sólo los estados pueden acreditar embajadores, aunque se les puede llamar así en tanto que asumen funciones de representación política. Por ahora, Cataluña tiene delegación política en París, Londres, Berlín, Nueva York y el año que viene inaugurará sede en Buenos Aires y México.España vs CanadáSi bien la oficina de París tiene el objetivo de meter a Cataluña en la Unesco, el interés de abrir una delegación en Quebec es puramente simbólico. Carod no se cansó de repetir que Quebec y Cataluña son «almas gemelas». «Sólo hay una diferencia –lamentó– que España no es Canadá». Como prueba, recordó que el parlamento canadiense ha reconocido que Quebec es una nación y le ha permitido convocar un referendo, «y no ha pasado nada», exclamó. «Todos tenemos mucho que aprender del ejemplo de convivencia que son», sentenció.