Cataluña por libre: acude con pabellón propio a la Bienal de Venecia

El pabellón catalán en la Bienal de Venecia ya tiene forma. Mañana se inaugura por todo lo alto con la presencia del vicepresidente de la Generalitat, Josep Lluis Carod- Rovira, después de que ayer la prensa extranjera tuviese un primer contacto. Con el título de «La comunidad inconfesable», el proyecto reúne tres propuestas artísticas que bucean en la idea de «la comunidad como conjunto de elementos que no se pueden definir». Comisariada por Valentí Roma, el pabellón, situado en los Maggazini del Sale, reúne las propuestas de «Sitesize», obra de Joan Vila-Puig y Elvira Pujol; «Technologies to the People», de Daniel G. Andújar; y «Archivo FX», que firma Pedro G. Romero. La videoinstalación y la idea de archivo de imágenes conforman el hilo condctor de un discurso que explora temas como la economía, el conocimiento, la capacidad de aprendizaje y la realidad del territorio, siempre dentro de un contexto catalán. «Queríamos colocar, sobre todo, el proyecto en un plano conceptual y sacarlo de la decisión política», destaca Roma. Tras el desembarco ayer de Cataluña, hoy le toca el turno al Pabellón de España, que será presentado por Miquel Barceló.
El proyecto del comisario fueseleccionado en un concurso público internacional cuyo jurado estaba presidido por el director del Museo Reina Sofía, Manuel Borja-Villel. El comisario comenzó a trabajar, entonces, bajo una idea de Maurice Blanchot: «El comunismo es aquello que crea comunidad». A partir de ahí propuso el encargo a diferentes artistas y articuló de forma homogénea los trabajos que se expondrían en el pabellón.
En 500 metros cuadrados, los artistas han dado forma a sus diferentes espacios. El presupuesto global del desembarco catalán en Venecia ha sido 745.000 euros e incluye una web donde se trasciende el espacio expositivo y se añaden documentos. «No es nuestra intención representar a "todo"el arte catalán, ya que es demasiado amplio, pero sí buscar un hecho diferencial que atraiga a los visitantes que se acerquen hasta aquí», comenta Roma.
El proyecto catalán no forma parte del programa oficial de la Bienal, sino que está integrado en una sección paralela, «Eventti collaterali», espacio misceláneo que incluye proyectos territoriales o de organizaciones sin ánimo de lucro. Para Roma, la inclusión dentro de los actos paralelos ha restado presión y, así, los artistas han podido trabajar con mayor libertad y eficacia que si hubiesen colgado sus obras en los pabellones de los países invitados, situados en los jardines del barrio de Castello. Su propuesta se abrirá a partir del día 7 y permanecerá en la Bienal hasta el 22 de noviembre.

«Singularidad creativa»
En su presentación pública el pasado mes de marzo, Josep Bargalló, director del Institu Ramon Llull, que impulsa esta iniciativa, aseguró que la intención es que Cataluña pueda tener de forma fija un pabellón en la Bienal, aunque sea en los eventos paralelos. «Queremos crear una ventana abierta al mundo para que vean la singularidad creativa de los catalanes», afirmó entonces.
El trabajo de Pedro G. Romero, «Archivo X», se centra en un recorrido documental por la iconoclastia política antisacramental en España entre los años 1845 y 1945. Durante la Guerra Civil, muchos municipios catalanes republicanos incluso cambiaron su nombre si hacía referencia a santos e hicieron circular monedas propias, de las que Romero tiene previsto repartir reproducciones por Venecia. También expone cartas de amor anónimas a todos los venecianos y presenta la instalación «El mercader de Venecia».

Polos de tensión política
El proyecto multimedia de Daniel G. Andújar, «Technologies to the people», está formado por 250.000 documentos capturados en internet que radiografían los nuevos polos de tensión política desde la caída del muro. Las imágenes se suceden y del ruido y la contaminación acústica se dibuja un discurso claro: ¿Cómo manejarse dentro del caos sin perder la cabeza? Por último, el dúo Sitesize presentará narraciones urbanas dentro de grandes metrópolis, en concreto, Barcelona, y hacen referencia directa en su obra a la «Semana Trágica».