CiU vislumbra el cambio

Euforia contenida, pero euforia al fin y al cabo es la que se respiraba ayer en el Hotel Majestic de Barcelona, el cuartel electoral de CiU, a medida que se fueron conociendo los resultados. No era para menos; la federación había conseguido uno de sus principales objetivos de la campaña electoral, recuperar la segunda posición en Cataluña que perdió tras el batacazo de 2004.
Como se está repitiendo en los últimos comicios, los nacionalistas volvieron a recortar distancias frente a los socialistas y empezaron a vislumbrar cómo se les allana el camino hacia la Generalitat. Tanto en Lleida como en Girona se pusieron por delante del PSC, situación que fue largamente jaleada por la militancia nacionalista, que también celebró, aunque de manera más discreta, la victoria del PP.
Durante las dos semanas de campaña el objetivo de la federación fue abrirse paso entre los populares y socialistas y, sobre todo, recuperar la segunda posición en Cataluña perdida en los comicios europeos de 2004, en los que los nacionalistas sólo recabaron el 17,44 por ciento de los votos. El presidente de CiU, Artur Mas, ya advirtió durante la campaña que estos comicios debían ser interpretados como «la semilla del cambio que Cataluña necesita». Mas y los suyos estaban decididos a movilizar el electorado nacionalista con los ojos puestos en las autonómicas de 2010 y ayer vieron con satisfacción como la apuesta de situar al independiente Ramon Tremosa como candidato ha surtido el efecto deseado. Pocos minutos después de que se conocieran los primeros resultados, Tremosa compareció acompañado de la plana mayor de CiU para celebrar el 22,44 por ciento de votos obtenidos en Cataluña. El portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran Lleida, excitó a la militancia celebrando «el castañazo» socialista. De todas formas, el momento culminante de la noche se vivió cuando Mas tomó la palabra y predijo el «cambio» en 2010. «La semilla que hoy hemos sembrado, dará frutos muy buenos el año que viene», se felicitó.


Pírrica victoria en el País Vasco
El PNV llegaba herido de muerte a estas elecciones europeas después de perder el poder en el País Vasco. Enganchado al tirón de CiU, los nacionalistas vascos han sobrevivido a la campaña y logrado una diputada, Izaskun Bilbao, que acompañará a Ramón Tremosa en la Eurocámara.
En clave local, el PNV se estrelló de forma estrepitosa ayer, obteniendo un 6,76 por ciento de votos menos que en 2004. Y su diferencia con el Partido Socialista vasco se quedó reducida a un 0,9 por ciento. Únicamente logró ganar en Vizcaya.