Cuarta protesta de los docentes porque Maragall no les escucha

Antoni Jesus lleva más de 20 años ejerciendo la docencia como maestro y, en los últimos 16 meses, ha abandonado cuatro veces su puesto de trabajo para protestar contra la Ley de Educación. Las movilizaciones le han costado 500 euros menos de sueldo pero ayer, emplazado en medio de la plaza Sant Jaume, no dudó en mantener su firme oposición a la política educativa de Maragall y apostó por «perder más dinero» si se convocan más huelgas generales.
A pesar de que el paro de ayer era parcial –los profesores hicieron huelga desde 12.00 hasta las 15 horas por la «carga laboral» del final de curso–, la cuarta huelga contra la Ley de Educación perdió fuelle y poder de convocatoria.
La conselleria cifró en un 2,84 por ciento el seguimiento de la huelga en los centros y especificó que de los 25.000 docentes que hay en Cataluña, sólo 750 se declararon en huelga. La razón de estas cifras tan bajas se debe a que sólo uno de los cinco sindicatos de la Pública, CGT, decidió parar todo el día.
«Creeemos que miles de profesores han salido a la calle a protestar hoy», reveló la portavoz de Ustec-Stes, Rosa Cañadell, que admitió que el cuarto paro, al ser parcial, no tenía el poder de convocatoria del resto de huelgas. «No descartamos protestar de nuevo si la Ley de Educación se aprueba antes de las vacaciones», espetó y vaticinó la posibilidad de que «los sindicatos anuncien nuevas huelgas generales si no se cambia el redactado de la Ley de Educación».
Tanto el sindicato al que representa como Aspepc-Sps, CC OO, UGT y CGT piden cambios drásticos en la ley. En primer lugar, consideran que la norma representa una «privatización» de la educación al mantener las ayudas a las escuelas concertadas de élite. «Han preferido pactar con CiU y no con los agentes sociales», denunció Cañadell.
Por otro lado, las agrupaciones denuncian el «drástico» recorte de plantillas que se llevará a cabo el próximo curso con la instauración de las horas extra voluntarias remuneradas en maestros y profesores. Una opción que perjudicará a a la gestión de los centros y a la contratación de interinos y sustitutos.
Y es que, aunque en la plaza Sant Jaume apenas se reunieron 400 personas, los ánimos siguen en pie. Incluso hubo tiempo para mantear un «ninot» del conseller, con una tela de color naranja –símbolo de la lucha contra la LEC– y de exigir su cese, reclamado en todas las marchas.

Una cuarta parte de los alumnos de Primaria no tiene nivel para ir a ESO
Los datos no se harán públicos hasta hoy, pero el portavoz de CiU en el Parlament, Oriol Pujol, desveló ayer los resultados de las pruebas de primaria que la conselleria de Educació efectuó el pasado mes de mayo en los centros catalanes. Según anticipó, una cuarta parte de los examinados no tienen el nivel suficiente para pasar de estudios y cursar Secundaria, un resultado «triste», según el diputado.
Las pruebas de Primaria, una de las apuestas más firmes de la conselleria que lidera Ernest Maragall para tratar de anticiparse a descalabros como el del informe Pisa, llegaron en su estreno rodeadas de polémica. En primer lugar, la oposición reclamó que se hiciesen en tercer curso y no en el sexto y al finalizar la etapa, para enmendar errores de cara a la ESO. Las críticas volvieron a surgir por el elevado coste del examen, alrededor de un millón de euros,y por dejar fuera a alumnos recién llegados y a los repetidores, una exclusión que molestó a sindicatos y agentes sociales.