Del Aberdeen sólo quedan las faldas

madrid- Los aficionados del Aberdeen se paseaban ayer por el estadio Vicente Calderón en manga corta y con falda escocesa. Esa imagen es la única que relaciona a este Aberdeen del siglo XXI con el equipo que a principios de los 80 impidió que el Real Madrid ganara la Recopa. Alex Ferguson era el entrenador, un prometedor técnico arropado por una de las mejores generaciones de futbolistas escoceses. Gordon Strachan manejaba el equipo, con Leighton en la portería y los centrales McLeish –hasta ayer seleccionador de su país– y Willie Miller. Todos ellos fueron titulares de la selección escocesa dos años después, en el Mundial de México '86. Ferguson era el seleccionador.

El equipo lo completaban dos delanteros que prometían más de lo que cumplieron, McGhee, que tuvo un breve paso por el Hamburgo, y Black. Pero la gloria fue para Hewitt, un suplente que marcó en la prórroga y consiguió que Alfredo di Stéfano, entrenador madridista, sintiera la decepción del perdedor.

Este Aberdeen es mucho menos poderoso que el de 1984. La corpulencia de su delantero centro, Miller, les condiciona. «Es muy capaz, un 9 de esos británicos. Juegan plenamente con él y buscan alguna falta y el balón detenido ofensivo», explica Javier Aguirre. «Es el típico fútbol británico, que llega por los costados colgando muchos balones al área. Hay que estar preparado para que el arquero sea audaz y los defensores compitan arriba», añade.

El técnico mexicano no espera un partido con muchos goles, como los que ha vivido el Calderón en los últimos partidos. Le basta con llevarse los tres puntos y no descolgarse de los rivales de grupo. Para ello volverá a contar con Forlán desde el comienzo. El uruguayo ya está totalmente recuperado de su lesión. «Creo que el rival, por lo menos, no va a ser tan alegre o tan abierto como en estos últimos partidos. Espero un equipo encerrado atrás, que tenga un medio campo muy poblado, con un 4-5-1, y que va a buscar el empate hasta que pueda sorprendernos en un balón detenido o en un pelotazo largo», argumenta el entrenador atlético.