Dimite un alcalde del PSOE por el cierre de Garoña

MADRID-El alcalde socialista de Trespaderne, José Luis López, cumplirá con su amenaza de dejar el PSOE si el Gobierno tomaba la decisión de cerrar la central nuclear de Garoña. Una dimisión que tiene un carácter simbólico. López tiene el carné socialista desde hace años y decidió posicionarse «al lado de los intereses de su pueblo y de la comarca», según explicó ya a este periódico hace dos semanas. «Lo suyo tiene más valor», explica Roberto Frías, concejal independiente, pero en la lista del PSOE en la vecina localidad de Frías.El alcalde de Trespaderne anunció que renunciará a su afiliación al PSOE en las «próximas semanas por la decisión del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero de cerrar la central, que genera muchos puestos de trabajo en la zona». «Yo, personalmente, voy a presentar mi renuncia a seguir en el partido», remarcó de nuevo.De momento, sólo es el cabeza de lista del PSOE en Trespaderne el que abandona el barco socialista. «Esta semana o la que viene, o a lo largo del mes, voy a hablar con la gente de Burgos» para plantear la «renuncia a seguir en el partido», sentenció.Por último López comentó que antes de entrevistarse con el secretario provincial del PSOE, José María Jiménez, enviará «una carta de renuncia» al carné: «Lo dije en su día y lo voy a hacer», subrayó con firmeza, para añadir que el resto de los concejales en el Ayuntamiento pueden hacer «lo que quieran».La respuesta a la duda del alcalde no tardó en llegar. Ayer mismo, el primer teniente de alcalde de Trespaderne, Abel Fernández, manifestó que el resto de concejales socialistas del Consistorio se plantean «dejar las siglas del PSOE y gobernar como Grupo Mixto». Fernández explicó también que «otro plan, especialmente malo, sería dimitir en bloque y dejar la Alcaldía en manos del PP». Según el primer teniente de alcalde, «la decisión del Gobierno ha sido por motivos electorales».

AnálisisLa valentía de no hacer carrera sólo con las siglas- Comprender la política en los pueblos.–La alta política no forma parte de la agenda de los pueblos. Por encima de las siglas, los alcaldes de pequeñas localidades defienden los intereses de sus vecinos. «Nos manejan a su antojo desde Madrid», denuncian los regidores de los pueblos limítrofes a Garoña. Eso sí, saben la importancia que tienen: «Somos pocos votos».