Disminuye la compra de latas de conservas y congelados

La crisis no sólo fomenta la compra de marcas blancas, sino también devuelve el lugar que corresponde a los potajes, los salmorejos o a la ensalada campera, más oportunos estos últimos en verano. Lo de apretarse el cinturón tiene sus pros en lo que respecta al medio ambiente. La comida hecha en casa –los alimentos precocinados no cuentan como tal–, además de suponer un menor gasto para el bolsillo, genera menos, muchos menos residuos que acabarán –o al menos deberían acabar– en el contenedor amarillo. Toma mayor peso así a la «r» más importante de todo el ciclo, la de reducir los residuos, al menos en comida precocinada.
El reciclaje de envases de alimentos preparados cayó en España un 39 por ciento en el último año, al pasar de 396 toneladas en 2007 a 239 en 2008, según un estudio publicado esta semana por la Federación Española de Reciclaje (FER) con motivo del VII Congreso Nacional del Reciclado.
En el caso de las latas de conservas, el descenso es mayor si cabe, su reciclaje cayó un 54,9 por ciento, según las mismas fuentes. Así, mientras en el año 2007 se depositaron en el contenedor amarillo 566 toneladas, en 2008 este tipo de residuos descendió hasta sólo 257 toneladas.
En cambio, los botes de refresco tomaron un mayor protagonismo, si no en la compra, al menos sí en la bolsa amarilla de la basura, pues se reciclaron un 8,5 más que en 2007 o dicho de otro modo, se «recuperaron» más de 3.400 toneladas de aluminio. Subió también el reciclaje de aerosoles y especialmente llamativo fue el reciclaje de cápsulas (productos farmacéuticos), pues creció un 136 por ciento.
El resultado final es que los ciudadanos reciclaron un 1,5 por ciento más de envases de aluminio que en 2007, pues sólo los botes de bebida suponen el 75 por ciento del total de los recipientes de aluminio que se reciclaron.
Por regiones, el informe concluye que más de la mitad de los envases que se depositaron en el contenedor amarillo en España se concentra en Cataluña, seguida del País Vasco y Madrid. En cambio, Baleares, Extremadura y Castilla-La Mancha son las comunidades que menos envases de aluminio reciclan.
Ahora bien, aunque los datos sean positivos, sobre todo cuando todo el aluminio que se recicla se recupera (por el valor de esta materia prima), lo cierto es que aunque se esté reciclando más, aún quedan mucho por hacer, pues, según la FER, de los envases de aluminio que se ponen en el mercado, acaban en el contenedor amarillo más del 50 por ciento. Sólo eso.
Respecto a todos los envases que se depositan en el amarillo, «la previsión es cerrar 2008 con más de 1,25 millones de toneladas recicladas, lo que representa que ya el 60 por ciento de los envases puestos en el mercado por las empresas adheridas al sistema», según afirman desde Ecoembes, que a principios de julio darán los datos ya oficiales.