Doloroso adiós a tres de las víctimas de la tragedia de Horta de Sant Joan

Barcelona- Desolada. La novia de David Duaigües, el bombero de 29 años que falleció en el fuego de Horta de Sant Joan el martes, apenas pudo sostenerse en pie ayer durante el funeral de su pareja. Sólo se mantenía firme para sostener su casco de trabajo, protección que este vecino de Almatret vistió en las innumerables tareas de extinción de incendios que llevó a cabo en el GRAF, el cuerpo de élite al que pertenecía. Su funeral fue el primero de una negra jornada en la que se llegaron a oficiar dos sepelios más.Centenares de personas se acercaron a la iglesia de Almatret para despedirse de uno de los personajes más activos de esta pequeña población. Aunque vivía en Lleida con su pareja, David era muy querido. Allí puso en marcha una carrera anual de ciclismo. Ocho compañeros llevaron a hombros su féretro hasta el templo, donde ofició la ceremonia de despedida el obispo de Lleida, Joan Piris. Aunque la misa se celebró en la intimidad, les acompañó en el último adiós los consejeros de Interior, Joan Saura, y Treball, Mar Serna. En Reus y en un funeral en el que sólo acudieron sus familiares, se despidió a Jaume Arpa. Incinerado en el tanatorio de este municipio tarraconense, este profesional de 44 años estaba a punto de ser padre. En septiembre, su primer hijo llegará al mundo. Era un bombero experimentado, tenía más de 20 años de carrera a sus espaldas y y desde que se inició el GRAF, formó parte de él. Fue entonces cuando cambió el parque de bomberos de Ascó por Tremp, donde residía con su mujer. Horas más tarde llegó el funeral de Jordi Moré en La Pobla de Segur (Lleida). Este bombero de 41 años deja mujer y dos hijos gemelos de tres años. A su despedida se acercaron cerca de un millar de vecinos y el conseller de Agricultura, Joaquim Llena y el de Gobernació, Jordi Ausàs. Palau d'Anglesola acogerá hoy el funeral de Ramon Espinet, que tenía 47 años y buscaba retirarse por la peligrosidad de su trabajo.Los dos heridos graves siguen ingresados en el Hospital de la Vall de Hebron de Barcelona. Josep Pallàs está muy grave y Pau Costa, en estado muy crítico.