Estreno
Donald 75 años del ala
BARCELONA- En el recién comenzado 2009 son muchos los personajes de ficción que celebran su aniversario. Sin embargo, entre todos destaca el cascarrabias Pato Donald. Él, y casi todos sus compañeros surgidos de la factoría Disney, han disfrutado de una doble vida: la de los dibujos animados y la de las historietas. El pato más famoso fue creado por Ferdinand Horvath y animado por Art Babbit y Dick Huener. Y Walt Disney intervino indirectamente al seleccionar a un imitador, Clarence Nash, para que le pusiera voz. Su dicción que convertía las palabras en una cascada de sonidos difícilmente identificables, hizo que el público se enamorase de Donald, y que los estudios Disney le dieran un papel más importante en la película «The Band Concert» (El Concierto de la Banda), protagonizada por Mickey... y al que Donald robó el protagonismo. Pero realmente, como dibujo animado, nació en 1934 en uno de los episodios de «Silly Symphonies» (Sinfonías Tontas), el titulado «The Wise Little Hen» (La gallinita sabia), un corto de ocho minutos en el que le asignaban un papel secundario que no definía su gruñona personalidad. Ha nacido una estrella Su aspecto era un tanto diferente al actual, aunque ya vestía con su gorra, su camiseta marinera... y sin pantalones. Había nacido una estrella. Y los eficaces estudios Disney se dispusieron a sacarle la máxima rentabilidad. A partir de ese momento, el Pato Donald vive un desdoblamiento. Por una parte sigue con sus apariciones en los dibujos animados, y por otra, comienza una nueva vida en el mundo de los cómics. Era en las muy populares «tiras de prensa», que constaban de dos o tres viñetas. Y es precisamente en este formato donde aparece el mejor Donald. Los estudios de animación han fijado los retoques físicos y los rasgos de su carácter. Pero la propia lógica empresarial hace que, los ojos vigilantes de los contables, estén mucho más atentos a las costosas inversiones de una película de animación que a los pocos dólares que se pagan a un dibujante y un guionista por tres o cuatro viñetas. Y precisamente eso fue lo que facilitó que extraordinarios artistas fuesen insuflando vida a Donald. Nombres como los de Al Taliaferro, Carl Barks, Don Rosa, Floyd Gottfredson amplían el entorno de Donald. Aparecen sus sobrinos Huey, Dewey y Louie (Jaimito, Juanito y Jorgito), su novia Daisy, el millonario tío Scrooge McDuck (Tío Gilito) o su suertudo primo Gladstone Gadner (Narciso Bello). A finales de los cuarenta, Donald había desbancado a Mickey Mouse del número uno del «hit parade», y era la auténtica estrella de la factoría Disney con una filmografía cercana al medio centenar de películas. A la italiana Mención merece la aportación italiana a los personajes de Disney. La casa Mondadori necesitaba aumentar el ritmo de sus revistas Disney y consiguió permiso para crear sus historietas. Romano Scarpa, Giorgio Cavazzano, Giovan Battista Carp, entre otros, son los anónimos autores cuyas historietas conocimos en España en los años 70 y 80, gracias a la desaparecida revista «Don Miki». En la actualidad, la franquicia Disney para España está en manos de Planeta DeAgostini Cómics, que continúa con los tebeos de corte popular, a la vez que aumenta la oferta para los entendidos, con tomos que recogen las mejores historietas de algunos de los personajes, o de sus creadores, como los lujosos tomos de la Biblioteca Carl Barks, de la que ya ha aparecido el primer volumen.
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