Barajas

Dos empresarios liberados de un secuestro en Nigeria

«No sufrieron un trato vejatorio, pero vivieron con la amenaza de ser ejecutados», explicó el embajador en el país.

El embajador Ángel Losada, ayer, en su comparecencia en Barajas
El embajador Ángel Losada, ayer, en su comparecencia en Barajaslarazon

MADRID- Los seis meses que los catalanes Josep Bufi y Alonso Boj, dueños de una empresa de envases plásticos, estuvieron negociando con una supuesta empresa de cosméticos nigeriana fueron en realidad medio año de mentiras y conspiraciones con un único propósito: secuestrar a los dos empresarios catalanes para exigir 200.000 euros por su libertad. Los integrantes de esta banda organizada actuaron como auténticos profesionales del sector: pedían presupuestos, solicitaban información e incluso estudiaron los materiales y la maquinaria características de su empresa. Táctica del «419»La farsa terminó el 15 de marzo, el mismo día que Bufi y Boj, residentes en las localidades de Sabadell y Santa Perpetua de Mogoda respectivamente, pisaron suelo nigeriano. Ambos habían caído en la conocida como táctica del «419», código que utilizan las fuerzas de seguridad para los delitos en los que se intenta obtener dinero bajo una falsa apariencia. «No hubo vejaciones, pero vivieron con la amenaza de ser ejecutados si no pagaban», comentó ayer en rueda de prensa Ángel Losada, embajador de España en Nigeria. En su comparecencia en la T-4 de Barajas, Losada, que acompañó en un vuelo desde Nigeria a los liberados y a sus familias, destacó la «cooperación entre autoridades nigerianas y españolas», la «colaboración entre las instituciones del Estado» y la actuación de las autoridades nigerianas, así como la entereza de los familiares. La pesadilla duró 15 días, concretamente hasta el pasado lunes, cuando la policía nigeriana localizó a los empresarios, que se encontraban en una casa en la zona selvática de la ciudad de Owerri. Sus dos carceleros y otros dos miembros más del clan fueron detenidos. Otra persona está siendo investigada. En todo caso, la banda ha sido desarticulada. Más de cien agentes participaron en una operación «masiva, pero no violenta», en la que Losada asegura que jamás se llegó a plantear «pagar el rescate». «Ambos están pletóricos de ánimo», dijo Losada. «Vivieron en condiciones duras. Llevaron la misma ropa los 15 días, el calor allí es tremendo y la zona está repleta de mosquitos. Cuando los agentes entraron, ellos no sabían que estaba pasando. Así que gritaron "¡Somos amigos!"». El Grupo de Secuestros de la Policía Nacional y los Mossos d'Esquadra apoyaron a las autoridades nigerianas. De hecho, dos agentes de la Policía se desplazaron al país junto al hermano de uno de los empresarios. Además, el Ministerio de Asuntos Exteriores abordó el departamento de Exteriores nigeriano. «Mantuvimos un contacto permanente con los secuestradores. Siempre supimos que estaban vivos», dijo el embajador.