Estreno

Dulce cuento de hadas

La Razón
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Director: Nadine Labaki. Intérpretes: N. Labaki, Yasmine Al Masri, Joanna Moukarzel. Líbano/Francia, 07. Duración: 95 min. Comedia dramática.

 

¿A quién va dirigida «Caramel»? ¿A las mujeres libanesas o al público occidental, tan curioso como condescendiente con el exotismo, tan amable con las visitas a culturas que no son las suyas mientras los guías que les dan la mano sean embajadores del buen rollo? «Caramel» se parece a «La boda del monzón», en la que Mira Nair vendía la cultura hindú como quien organiza un viaje turístico. «Caramel» es más sincera y universal, pero si quieren ver cómo es la vida de la mujer en Oriente Medio, su filme es «Ten», de Kiarostami. Esa obra maestra sí lograba concentrar en un sencillo y magistral plano/contraplano los conflictos de la condición femenina en una sociedad machista. A Kiarostami le bastaba un coche, a Labaki le sobra un salón de belleza. Todo microcosmos tiende a la representatividad, y las cinco protagonistas son símbolos: mientras una vive en secreto un lesbianismo incipiente, la otra vive atada a un hombre casado; una vive atrapada en el sueño de la eterna juventud, otra vive preocupada porque su novio descubra que ya ha perdido la virginidad. La que queda, una modista de alma triste, vive en otra cárcel, la que la ata a su hermana con demencia senil. Las cinco merecen un pasaporte hacia la libertad, porque son dulces como el caramelo que una usa para depilar a sus clientas. Y es esa dulzura la que gana nuestra confianza, y «Caramel», que desde su título no engaña, revela su condición de cuento de hadas narrado desde la solidaridad femenina. Beirut es, más que un telón de fondo, una entelequia, pero el salón que regenta Labaki se convierte en un lugar en el que nos gustaría estar, como mínimo una tarde de sábado.