Londres
El borrador final del G-20 no contiene planes concretos de estímulo fiscal
El último borrador del comunicado final del G-20 reitera el compromiso de los participantes de evitar el proteccionismo y completar las negociaciones multilaterales de comercio sin incluir planes concretos de estímulo fiscal. El borrador, filtrado al diario Financial Times, indica que la expansión fiscal ya en marcha en los distintos países aumentará el PIB mundial en más de un 2 por ciento y creará más de veinte millones de puestos de trabajo. Esas medidas sumadas al rescate bancario y al proyectado incremento de los recursos del Fondo Monetario Internacional (FMI) posibilitarán una expansión económica para finales del próximo año, que el borrador, empero, no cuantifica. Según una fuente oficial consultada por el periódico, es poco probable que se introduzcan muchos cambios de última hora en el borrador del comunicado final aunque continúan las discusiones entre los países del G-20 sobre algunas cifras. Tras afirmar que «una crisis global necesita una solución global», los líderes del G-20 afirman su determinación «de restablecer desde ahora mismo el crecimiento, resistir el proteccionismo y reformar nuestros mercados e instituciones para el futuro». «Estamos decididos a asegurar que no vuelve a repetirse esta crisis», afirman los dirigentes de los países ricos y emergentes en el comunicado final. Según otra fuente consultada por el periódico, el borrador filtrado al FT es el último aunque puede sufrir aún ciertas modificaciones en los dos próximos días. La fuente calificó el borrador de «globo sonda del Tesoro británico» y dijo que hay ciertos puntos pendientes de debate, entre ellos las medidas de estímulo de la economía y sobre todo las «problemáticas reformas del FMI». Según esa fuente, los dos principales países emergentes, Brasil y China, pueden todavía introducir cambios de última hora. Los dirigentes del G-20 evitan mencionar directamente el sistema capitalista y se limitan a afirmar su fe en «una economía mundial abierta y basada en los principios del mercado», así como en «una regulación eficaz». Además señalan la necesidad de «instituciones globales fuertes», capaces de garantizar «una globalización sostenible que permita prosperidad creciente para todos». En respuesta a las advertencias sobre peligros inflacionistas lanzadas por Alemania y otros países, los gobiernos del G-20 afirman su compromiso de «preparar estrategias que permitan abandonar (en caso de necesidad) las necesarias políticas expansionistas, colaborando entre ellos para evitar impactos (negativos) no deseados en otros» países. El G-20 se compromete también, según el comunicad, a aumentar los recursos del FMI tomando prestado, si hace falta, en los mercados, lo que, comenta el periódico, exigiría el recurso a los derechos especiales de giro de la propia institución, algo que reclama China. Los líderes del G-20 acuerdan también un fuerte incremento de los créditos a cargo de los bancos multilaterales de desarrollo, incluidas las agencias de inversiones y crédito a las exportaciones. Los países participantes en la cumbre se comprometen a abstenerse de «devaluaciones competitivas». Los fondos de alto riesgo (hedge funds) serán supervisados por un foro de estabilidad financiera, dotado de más amplios poderes, ampliado a todos los países miembros del G-20 y rebautizado en inglés «Financial Stability Board» (FSB, Consejo de Estabilidad Financiera). Los paraísos fiscales que se nieguen a cooperar serán sometidos a sanciones que no se especifican en el borrador y se nombrarán además en un documento que se publicará en la cumbre. El borrador agrega que los banqueros deben ser remunerados según «sus prestaciones reales, su apoyo al crecimiento sostenible y su capacidad para evitar riesgos excesivos», de acuerdo con los principios ya fijados por el FSB. Y reafirman su compromiso de no levantar nuevas barreras a la inversiones o al comercio, no crear subsidios a las exportaciones y «no refugiarse en el proteccionismo financiero».
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