El cisma lefebvriano encara la recta final el cambio

MADRID- Benedicto XVI ha decidido levantar la excomunión a los cuatro obispos de la Fraternidad San Pío X, Bernard Fellay, Bernard Tissier de Mallerais, Richard Williamson y Alfonso de Galarreta, que fueron excomulgados en 1988 al ser ordenados por el arzobispo francés Marcel Lefebvre en contra de la voluntad de Juan Pablo II. La noticia la adelantaba en parte el pasado sábado el blog español «La Cigüeña de la Torre», de Francisco José Fernández de la Cigoña, pero la publicada ayer «Il Giornale», en Italia, del vaticanista Andrea Tornielli y de allí ha saltado a la prensa internacional. Según fuentes vaticanas, el decreto del Papa, probablemente con fecha de 21 de enero, se hará público en los próximos días. Los lefebvrianos pedían desde 2001 dos condiciones para volver a la disciplina de Roma: que se permita en todas las diócesis la misa por el rito latino previo al Concilio Vaticano II y que se levante la excomunión. Benedicto XVI les ha concedido ambas haciendo gala de una magnanimidad extrema. Queda por ver qué estatuto jurídico tendría la Fraternidad Sacerdotal San Pío X dentro de la Iglesia Católica y cómo reaccionan a la generosidad del Papa. Marcel Lefebvre fundó en 1968 en Suiza la Fraternidad Sacerdotal San Pío X, y un año después el Seminario de Econe, al que llegaban jóvenes descontentos con el Concilio Vaticano II, o al menos con su aplicación. En 1976 la autoridad eclesiástica le pidió que no ordenase sacerdotes. Al desobedecer el mandato, fue suspendido «a divinis» (prohibición canónica de celebrar misa, administrar los sacramentos y predicar). Siguió ordenando sacerdotes pese a las amonestaciones de Pablo VI y Juan Pablo II. Cuando ordenó cuatro obispos en 1988, la Congregación para los Obispos emitió el decreto oficial de excomunión para Lefebvre y para los cuatro prelados consagrados por él. Murió en 1991, aún excomulgado. Presentes en 31 países La Sociedad San Pío X está integrada por 1.118 clérigos de rito latino tradicional y también de ritos católicos orientales (por ejemplo, 30 seminaristas de rito ucraniano). Tienen sacerdotes en 31 países, con 6 seminarios, 2 universidades, 88 escuelas y 159 prioratos. El fin del cisma con Roma reforzaría a la Iglesia con sus 491 sacerdotes, 215 seminaristas, 117 monjes, 164 religiosas y 5 conventos carmelitas. Se calcula que más de cien mil laicos participan en sus actividades.

Ni racismo ni antisemitismo
«El Papa recibiría en el rebaño a un negacionista del Holocausto», titulaba ayer en su versión de Internet el «Times» de Londres. Se refería al obispo lefebvriano inglés, Richard Williamson, quien según el diario británico esta semana negó en la televisión pública de Suecia el Holocausto de judíos durante la Segunda Guerra Mundial. La web de los lefebvrianos ingleses niega en una nota en sueco e inglés cualquier acusación de racismo. «Nos adherimos sin reservas a la condena del racismo y a su orgullosa locura», asegura la nota. «Despreciar al pueblo judío por su raza es ir contra la ley fundamental de la caridad cristiana, que es amar al prójimo como a uno mismo», continúa. «Nuestra asociación rechaza y deplora toda discriminación contra el pueblo del que vino Nuestro Señor y su Santa Madre». Pero, puntualiza, «no puede describirse como antisemita el rezar por su conversión a la verdadera fe».